La ‘banda del Rolex’, a juicio por el asalto a una joyería de la Plaza Mayor

Ya hay fecha para la celebración del juicio por uno de los sucesos más espectaculares que se recuerdan en Salamanca, el asalto con alunizaje a una lujosa joyería en plena Plaza Mayor en el mes de septiembre del año pasado. Los cuatro detenidos, tres hombres y una mujer, se sentarán el próximo día 10 de enero en el banquillo de acusados del Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca para enfrentarse cada uno de ellos a penas de hasta siete años de cárcel, así como el pago de una indemnización conjunta y solidaria de 215.000 euros por las joyas y relojes, además de los daños causados en el establecimiento, según ha podido saber LA GACETA.

El suceso se remonta al 6 de septiembre de 2021 cuando los acusados -los varones A.B.S.C., A.S.C.B. y A.P.A. y la mujer A.G.A.-, los dos primeros hermanos y con antecedentes penales- perpetraron el asalto, un auténtico asalto de película.

Según señala el Ministerio Fiscal en su calificación provisional, los tres varones, en todo momento coordinados y con la finalidad de obtener un lícito beneficio a través de la comisión de robos, lo que constituía su modo de vida, y contando con el apoyo puntual de la mujer, perpetraron los hechos de madrugada.

Sobre las 05:20 horas, A.P.A. entró en la Plaza Mayor, desde la calle Prior, al volante de un turismo Seat Toledo y se dirigió a la joyería, golpeando varias veces con la parte trasera del vehículo la puerta de la misma hasta abrir un hueco en la misma. A continuación se bajó del vehículo y abandonó el lugar a pie, dirigiéndose a la calle Prior.

En ese momento, A.S.C.B. y otra persona que hasta el momento no ha podido ser identificada, con sus rostros tapados con máscaras, entraron en la joyería , donde rompieron los cristales de las vitrinas y se hicieron con 13 relojes de la marca Rolex y diversos joyas de oro, diamantes, brillantes y aguamarinas.

Mientras tanto, en el exterior y en actitud vigilante, se encontraba un cuarto integrante del grupo, que pese a haber sido identificado inicialmente como T.P., se encuentra a día de hoy en busca y captura.

Tras cargar con todo lo de valor, A.P.A. y los otros dos hombres que le acompañaban huyeron a través del pasaje que une la Plaza Mayor con la calle Espoz y Mina y se introdujeron en un inmueble de la calle Prado, arrojando en su huida dos caretas blancas, dos destornilladores y una mascarilla. Mientras tanto, el vehículo fue abandonado en el lugar, empotrado contra el establecimiento.

Mientras ocurría todo ello, A.B.S.C., que estaba en Salamanca en compañía de la acusada, su novia, y que tenía en el tobillo una pulsera telemática que registraba todos sus movimientos, dirigía la operación para lo que daba instrucciones al resto del grupo a través de su móvil.

Señala la Fiscalía en su escrito que los acusados, residentes en el País Vasco, se habían coordinado perfectamente para perpetrar el golpe. Pese a ello, el 17 de septiembre de ese año y tras los registros en los domicilios de todos ellos, fueron detenidos.

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