Tras su último arresto, 'El Pipe' declaró en el Juzgado de Guardia, desde donde fue trasladado a prisión.

El juicio al 'Pipe' por incumplir el destierro judicial se celebra en su ausencia

La fiscal mantiene su petición de pena: doce meses de cárcel. F.S.S. ingresó este jueves en prisión por quebrantar la orden.

M. C.

SALAMANCA

Martes, 30 de abril 2024, 14:09

El Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca ha dejado visto para sentencia el juicio contra F.S.S., el conocido delincuente apodado como 'El Pipe'. El juicio se ha celebrado este martes en su ausencia, al no superar la petición de pena los dos años de prisión, de manera que tras la declaración de los policías que han corroborado los hechos de los que se le acusa, la representante del Ministerio Fiscal ha elevado a definitiva su solicitud de condena: 12 meses de prisión.

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En este caso se le acusaba de quebrantar la orden judicial que le impedía estar en Salamanca y provincia, tras haber sido localizado en las proximidades de Cruz Roja. Tienes además otras causas pendientes por las que se celebrará juicio próximamente.

'El Pipe' ingresó de nuevo en el centro penitenciario de Topas en la tarde de este jueves, 25 de abril. Según confirmaron a este diario fuentes próximas al caso, el delincuente, que ronda los 50 años de edad, fue detenido por la Policía Nacional y posteriormente trasladado por agentes de la Guardia Civil a prisión con motivo de una reclamación judicial para su ingreso en prisión.

Al parecer, el sujeto, es investigado por diversos hurtos y robos denunciados por la provincia en los últimos meses.

Archiconocido en círculos judiciales, policiales y penitenciarios, 'El Pipe' lleva gran parte de su vida entre rejas. En los últimos meses había convertido en un calvario la vida de los vecinos de Valero y otras localidades serranas. Según cuentan los vecinos, poco antes de Semana Santa y pese a la orden de destierro, volvió a Valero, que no es su pueblo natal, pero de donde desciende su familia que conserva la propiedad de la casa de su abuela.

Una casa medio derruida, pero en la que ha vivido estos meses y los vecinos sospechan que ha tenido que ver en la desaparición de un perro de uno de ellos; la sustracción de una cartera con 400 euros a unos obreros y numerosos hurtos como el de una bicicleta de un niño, una gorra, unas zapatillas y hasta la ropa de los tendederos de múltiples vecinos.

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