Heridos, mutilados y muertos: la otra cara del trabajo en el campo de Salamanca en 2025

El campo y los oficios manuales siguen dejando año tras año un reguero de víctimas en la provincia de Salamanca. En lo que va de 2025, al menos cinco trabajadores han resultado gravemente heridos, uno de ellos incluso ha perdido la vida, mientras realizaban labores de tipo agrícola, forestal o industrial en distintos puntos de la provincia.

El caso más reciente ocurrió el pasado día 10 de abril, cuando un joven de 22 años de edad se clavó un palo en un ojo mientras realizaba labores de desbroce en una zona de monte situada entre El Maíllo y la Peña de Francia. Un lugar de difícil acceso, de donde fue rescatado con la participación de un helicóptero, en el que fue trasladado finalmente hasta el Hospital de Salamanca.

Un mes antes, en el término de Agallas, un trabajador de 41 años cayó ladera abajo con la máquina forestal con la que estaba plantando árboles. La zona era tan inaccesible que hubo que movilizar un amplio operativo en el que igualmente tuvieron que participar un helicóptero de rescate, bomberos y agentes de la Guardia Civil. También fue trasladado al Hospital con pronóstico grave.

Más trágico fue el suceso del 17 de febrero en Calzada de Valdunciel. Un agricultor de 56 años murió al caerle encima una sulfatadora. La utilizaba habitualmente, pero ese día manejaba una más pesada. Quedó atrapado sin que nadie pudiera hacer nada por salvarle la vida. El suceso provocó gran conmoción entre los habitantes de la localidad, donde el fallecido era un vecino muy querido y conocido con residencia en el mismo pueblo.

El 17 de marzo, otro operario de 54 años de edad sufrió una caída desde tres metros de altura mientras trabajaba en una obra en Alba de Tormes. La caída le provocó heridas de gravedad, y fue evacuado en helicóptero igualmente hasta el Hospital de Salamanca, donde ingresó con pronóstico crítico.

Todos estos casos tienen algo en común: maquinaria pesada, entornos poco seguros y falta de protocolos claros. Sindicatos y plataformas agrarias llevan mucho tiempo denunciando la falta de prevención y recursos en los trabajos rurales y manuales, donde un descuido o una mala maniobra puede acabar en tragedia.