Juzgados de Colón.

El empresario juzgado por abuso sexual niega los hechos que la víctima mantiene con firmeza

La fiscal pide 3 años de cárcel y 6.000, la acusación particular 4 años y medio y 40.000 €. El letrado de la defensa mantiene la inocencia de su cliente y solicita la absolución

M. C.

SALAMANCA

Miércoles, 22 de noviembre 2023, 19:16

El Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca HA DEJADO visto para sentencia el juicio contra R.H.P., el empresario de Salamanca acusado de agredir sexualmente a una joven en la parte trasera de su coche mientras un amigo iba al volante. Una vista que comenzó este miércoles a media mañana y concluyó ya por la tarde con el rechazo total por parte del empresario de las acusaciones contra él y la declaración contundente y firme por parte de la víctima. Una vista además que, por motivos que se desconocen, se celebró a puerta cerrada por orden de la juez.

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En los informes finales, según ha podido saber LA GACETA, la fiscal del caso mantuvo su calificación provisional con una petición de 3 años de cárcel y 6.000 euros de indemnización -junto a otras medidas de alejamiento y libertad vigilada- para R.H.P. , mientras que el abogado de la acusación particular, en representación de la víctima, le pide 4 años y 6 meses de prisión y 40.000 euros.

Por su parte, la defensa insistió en la inocencia de su cliente y puso de manifiesto las contradicciones en las que a su juicio había incurrido la joven desde la fase de instrucción hasta ahora. Eso sí, en el caso de una sentencia condenatoria, pidió que la pena sea inferior a 2 años de prisión.

Además, las partes mantuvieron igualmente la petición en el caso del otro acusado, el amigo que conducía el coche, F.J.Z.S., que también mantuvo su inocencia y para el que la fiscal pide 9 meses de prisión, alejamiento, libertad vigilada y el pago de la indemnización por el mismo delito -agresión sexual- pero en calidad de cómplice.

Según relata la Fiscalía, los hechos ocurrieron el 3 de septiembre de 2021. Sobre las 02:30, los acusados estaban en un establecimiento de ocio nocturno próximo a la Plaza Mayor, donde habían tomado varias consumiciones al parecer en compañía del propietario del local. Los empleados se disponían a cerrar y el empresario le dijo a una trabajadora que si quería la llevaban a casa. Ante la insistencia de los acusados y al ver que el dueño del local asentía con la cabeza en señal de confianza, accedió.

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Cuando llegaron al coche de R.H.P., la chica fue a subirse en el asiento del copiloto a lo que este le dijo que se subiera mejor con él detrás para ir charlando.

F.J.Z.S. inició la marcha hacia la casa de la víctima. Fue entonces cuando el empresario le dijo: «Tú relájate y no estés nerviosa, prepárate para disfrutar». Acto seguido, comenzó a realizar actos de carácter sexual, llegando a desabrocharle el botón del pantalón varias veces y a desnudarla también por la parte de arriba, pese a la constante oposición de la chica, frente a lo que él insistía en que estuviera tranquila y se dejara llevar.

Cuando llegaron a casa de la chica, R.H.P. trató de subir con ella, desistiendo al decirle esta que su entonces novio estaba arriba, ante lo que los dos acusados se marcharon, no sin antes advertirle R.H.P. de que no le dijera nada a su jefe de lo que había ocurrido.

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Destaca la fiscal que durante todo el trayecto los hechos fueron presenciados por F.J.Z.S., quien sin embargo no realizó ningún tipo de aviso a su amigo para que desistiera en su actitud, ni nada para evitarlos, pese a la evidencia de la voluntad contraria de la chica a la agresión sexual que estaba sufriendo.

A causa de los hechos, la víctima ha cambiado su ciudad de residencia y está en tratamiento psicológico.

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