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El asesino confeso de Leticia Rosino ha ingresado en el centro penitenciario de Topas. Los hechos ocurrieron en el año 2018 en Castrogonzalo ( Zamora), la joven de 32 años de edad y muy vinculada con la Universidad de Salamanca fue encontrada sin vida, con tres fuertes golpes en el cráneo tras haber sido víctima de una agresión sexual. El detenido por los hechos, el todavía adolescente D.S.S. hijo del pastor de Castrogonzalo, se derrumbó en el interrogatorio ante el juez de Menores y acabó confesando el crimen de la joven.
Según informan fuentes penitenciarias a LA GACETA, el joven ingresó este jueves con 18 años recién cumplidos procedente del Centro de Menores de Zambrana, donde cumplía condena hasta ahora. Sin embargo se espera que su estancia en el penal salmantino sea muy breve. La dirección de la prisión ya ha solicitado su traslado por motivos de seguridad y previsiblemente en breve será trasladado a otra cárcel del País Vasco.
El juez de Menores le impuso ocho años de internamiento por el salvaje crimen. Según informa La Opinión de Zamora, el asesino de Leticia, que tenía 16 años recién cumplidos cuando la mató, ha permanecido dos años y casi cuatro meses en el centro de Zambrana, donde ha sido uno de los internos más conflictivos, de modo que tiene varios expedientes abiertos por su conducta.
Ante la gravedad del delito que cometió siendo menor de edad y por ese carácter conflictivo, el juez de Menores optó por ordenar que acabara su condena en un centro penitenciario de adultos, en lugar de que permaneciera hasta los 21 años en Zambrana, como permite la legislación.
El joven no podrá regresar a su pueblo, Castrogonzalo, durante cinco años una vez haya cumplido los seis años de reclusión que le quedan, tiempo durante el que se le condena a mantenerse alejado del novio de Leticia que vive en esa localidad y de la familia de la víctima, que tiene su residencia en Tábara, a donde tampoco podrá aproximarse.
El condenado, relata el citado diario, es una persona de difícil socialización, lo que dificulta su reinserción, según los informes de los técnicos. La gravedad de los hechos que protagonizó con plena consciencia, sin empatía con la víctima y con absoluta frialdad han sido esenciales para que el juez decidiera su ingreso en Topas.
Especialista en gastronomía y experta en análisis microbiológicos de los alimentos, Leticia Rosino amaba su trabajo y esto le llevó a guardar una fuerte vinculación con la Universidad de Salamanca, donde se graduó en Ingeniería Técnica Agrícola en Industrias Alimentarias y Agrarias, publicó en su día La Opinión de Zamora.
Pero no solo eso, la joven realizó el Máster de Enoturismo de la Universidad de Salamanca.
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