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Miércoles, 26 de mayo 2021, 22:38
Es el atropello más grave que se recuerda jamás en la provincia. Tres septuagenarias, las tres vecinas de Pedrosillo el Ralo, perdieron la vida arrolladas por un vehículo Citroën Xsara Picasso cuando caminaban como cada día por el margen izquierdo de la carretera N-620. El fiscal solicita para el conductor, R.H.L., una condena de tres años y seis meses de prisión, así como la privación del derecho a conducir por tiempo de cinco años y la pérdida de vigencia del carné. Le considera autor de tres delitos de homicidio por imprudencia grave, pero señala que los tres hechos conforman un concurso ideal, es decir considera todo el complejo como una unidad delictiva, de manera que la actuación corresponde a una misma manifestación de voluntad y debe valorarse unitariamente en un tipo penal.
Los hechos ocurrieron sobre las 21.10 horas del 8 de julio de 2020. Según recoge el fiscal en su escrito de calificación provisional, al que ha tenido acceso LA GACETA, R.H.L. salió de trabajar de Pajares de la Laguna y circulaba por la N-620 hacia Salamanca capital, donde al menos por aquel entonces residía.
Durante el trayecto y en las proximidades de Pedrosillo el Ralo, efectuó una llamada de teléfono a su pareja, con una duración de 105 segundos, no constando que el vehículo que conducía tuviera un dispositivo de manos libres.
En el desarrollo temporal de esa llamada, R.H.L., voluntaria o involuntariamente, se desvió hacia el arcén de la vía hasta el punto de circular con la totalidad del vehículo por el mismo, disminuyendo su velocidad, también voluntaria o involuntariamente, a 75 km/h. Se trata de una vía de dos carriles de circulación -uno por sentido-, que miden de ancho 3,6 m, a los que están contiguos dos arcenes de 2,3 y 2,4 metros, siendo el más ancho el invadido por el acusado: un tramo de una larga recta con una visibilidad de 2 km en el sentido en el que circulaba, detalla el fiscal.
En ese momento caminaban por el arcén las septuagenarias María Manuela, María Pilar y Julia, que al ver venir hacia ellas el vehículo, se aproximaron lo más posible hacia el lado izquierdo de su marcha, no pudiendo abandonar el arcén al existir un quitamiedos, siendo entonces atropelladas por el vehículo. Dos de ellas fallecieron en el acto y la otra a los pocos minutos.
Agentes de la Guardia Civil practicaron la prueba de alcoholemia y la de drogas al conductor, con resultados negativos en ambos casos.
Una vez en las dependencias del Instituto Armado, R.H.L. aportó voluntariamente su teléfono móvil, a fin de que los agentes pudieran acceder al listado de últimas llamadas y a conversaciones de WhatsApp, no sin antes haber borrado del registro de llamadas la realizada a su pareja a las 21.10 horas, a sabiendas de que la misma había sido la causa de la distracción que desencadenó el atropello.
María Manuela, de 77 años, era viuda y tenía una hija y tres hermanos; María Pilar, de 72, era viuda y tenía dos hijas; por su parte, Julia, de 75, era viuda y tenía dos hijos y una hermana.
Todos los perjudicados, destaca el fiscal, han sido indemnizados por la aseguradora Mapfre.
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