El detenido pasó su primera noche en la cárcel “tranquilo” y con protocolo antisuicidios

El varón de 32 años que este martes ingresó en el centro penitenciario de Topas como presunto autor del asesinato de un varón de 51 años y las gravísimas heridas a la mujer que le acompañaba de 53 en el tiroteo de la calle Isaac Peral registrado la madrugada del sábado, ha pasado la primera noche en el penal “tranquilo”, comentan fuentes penitenciarias a LA GACETA.

Emilio D.Y. se encuentra en el módulo de Enfermería y ha sido incluido en el protocolo antisuicidios como en medida habitual en este tipo de casos violentos.

Según el auto del juez, al que ha tenido acceso LA GACETA después de que se haya levantado el secreto del sumario, poco más de media hora antes del crimen, el vigilante se encontró con sus víctimas en el bar donde la mujer, que ahora se encuentra en estado crítico en la UCI del Hospital de Salamanca, estaba celebrando su cumpleaños con unos amigos. Según recoge el auto, E.D.Y. se ofreció a invitar a una copa a su víctima y a otra amiga, algo que ellas rechazaron. No contento con esa negativa, pidió las copas y se presentó en la terraza con ellas entablando una conversación. Ante su actitud molesta, un camarero del establecimiento le invitó a marcharse si no se comportaba correctamente.

Minutos después, las dos víctimas y una tercera persona abandonaron juntos el establecimiento. El vigilante le siguió instantes después a una cierta distancia mientras manipulaba una pistola que tenía guardada en la cintura, tal y como atestiguan las cámaras de seguridad de un establecimiento de la zona. Cuando las dos víctimas se separaron de la amiga con la que caminaban, el detenido se acercó a ellos por la espalda y comenzó a disparar, algo que siguió haciendo cuando ambos ya se encontraban en el suelo. Acto seguido lanzó la pistola como la camiseta que llevaba a un contenedor. Ambas han sido localizadas este martes en el CTR de Gomecello.

Entre los argumentos que llevan a señalar al ‘pistolero’ como sospechoso número uno de lo ocurrido, el juez hace ilusión a que, practicada la prueba pericial científica, con autorización del Juzgado de Instrucción número 2 de Salamanca, se ha constatado que E.D.Y. ha dado positivo en la presencia de residuos de disparo en la piel de las manos. Asimismo, está pendiente el resultado de la práctica de cotejo del perfil biológico de ADN del atacante con los restos biológicos que pudieren hallarse en la pistola y en la camiseta intervenidas.

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