‘El Benja’, a juicio por incumplir una vez más las órdenes de alejamiento

“Estoy harto de multas y órdenes de alejamiento, vivo en la calle, tengo que comer y no tengo ni cordones en las zapatillas. Cobro 392 euros al mes”. Así respondía a los policías que le detuvieron con motivo de un nuevo altercado ocurrido el pasado mes de marzo de 2020, poco después de que su nombre empezara a salir, día sí día también, en las páginas de Sucesos. B.G.M., ‘El Benja’, volverá a ser juzgado mañana en los Juzgados de Colón.

Según informan fuentes del caso a LA GACETA, el fiscal le pide una condena de 3.240 euros de multa con arresto sustitutorio en caso de impago por un delito de quebrantamiento de condena. El Juzgado de lo Penal número Uno ha señalado la vista para mañana por la mañana.

Un delito que se produjo, relata el fiscal en su escrito de calificación provisional, el 8 de febrero de 2020 por la tarde, hacia las 16.30 horas, cuando el archiconocido indigente entró a una pizzería situada en al confluencia de la plaza del Mercado con la calle Obispo Jarrín y amenazó a los empleados espetándoles: “Tengo un cuchillo y os voy a rajar el cuello (...). Soy esquizofrénico y cojo un cuchillo y os rajo el cuello con un cuchillo que tengo”. Al pedirle los empleados que abandonara el local, B.G.M. tiró un vaso de cerveza a una empleada.

En ese momento, el acusado tenía una prohibición judicial de aproximarse a dos trabajadores de un salón de juegos próximo, prohibición por seis meses en un radio de 250 metros.

Recoge el representante del Ministerio Fiscal que los hechos citados son constitutivos de un delito de quebrantamiento de condena, al haberse aproximado al segundo establecimiento, delito por el que le pide el pago de la citada multa.

Respecto a los otros hechos, el fiscal no pide pena, ya que destaca igualmente en su escrito de calificación que los empleados afectados no han querido ejercitar acción alguna contra B.G.M.

En su escrito de calificación el fiscal señala que el acusado ha sido condenado en once sentencias por distintos hechos delictivos, las últimas en apenas una semana de octubre de 2019 precisamente por otro delito de quebrantamiento de condena, así como por un delito de resistencia.

Hace constar además que el acusado presenta un deterioro cognitivo secundario a trastorno por consumo de sustancias (alcohol y cocaína), trastorno de personalidad no especificado y secuelas asociadas a traumatismo craneoencefálico. Dicha patología altera de forma moderada sus capacidades cognitivas y volitivas.

Por todo ello, el fiscal estima que en los hechos concurren la circunstancia agravante de reincidencia, pero también la atenuante de enfermedad mental.

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