«Estoy asustada y nerviosa», cuenta a LA GACETA la dueña del estanco de Alba de Tormes que el pasado jueves fue asaltado por al menos cuatro personas. Por el momento la investigación continúa abierta y no consta ningún detenido al respecto. «Los cacos vaciaron una caja llena de patatas, las tiraron al sueño, las pisotearon y utilizaron el recipiente para cargarlo de cartones de tabaco y subirlo al vehículo», añade la mujer.
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Tal y como publicó este medio, el establecimiento, situado en la CL-510, sufrió un robo con fuerza sobre las 5:30 horas de la madrugada del día 1 de agosto. Los agentes de la Guardia Civil recibieron el aviso del asalto del negocio, ubicado junto a la estación de autobuses. Al llegar, los efectivos observaron un turismo—marca BMW de color negro— con el maletero abierto, al menos cuatro personas en las inmediaciones del establecimiento y una de ellas sacando efectos del interior.
«Dejaron el negocio destrozado, lleno de desperfectos, ya no es lo que roban, sino el trastorno que nos han creado», lamenta la propietaria.
Tras el aviso los agentes acudieron al lugar de inmediato y estacionaron el vehículo oficial delante del turismo de los supuestos autores con intención de bloquearles, pero en ese momento las personas se introdujeron en el interior del vehículo, que arrancó y embistió al coche oficial, dándose a la fuga pesar de los avisos de alto de la Benemérita.
En primer lugar, el turismo se dirigió hacia el puente ubicado en la entrada de la localidad, pero después realizó un trompo, cambió de dirección y emprendió la fuga a toda velocidad y de forma temeraria hacia Peñaranda por la carretera SA-114 para zafarse de los agentes.
La patrulla actuante, según las mismas fuentes, emprendió la persecución del turismo con el vehículo dañado perdiéndole la vista a la altura del municipio de Garcihernández. Posteriormente, los agentes regresaron al lugar de los hechos y comprobaron los diversos daños que habrían ocasionado los presuntos autores de los hechos: la trapa del estanco estaba arrancada y la cristalera del escaparate reventada. Asimismo, había paquetes de tabaco caídos por el suelo y otra caja preparada para llevar, que quizá no les dio tiempo a cargar en el vehículo.
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También localizaron dos armas blancas y un enganche de remolcar. Más tarde, el coche que también sufrió daños—en parte delantera izquierda, en el paso de rueda y en la parte óptima izquierda—podría haber tirado por la carretera de Medina del Campo, precisaron las fuentes. Afortunadamente no hubo que lamentar ningún agente herido.
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