Del 'Zanahorio' al 'Basurilla': los motes de los delincuentes más famosos de Salamanca

'El Zanahorio', 'El Mika', 'El Gominolo', 'El Basurilla', 'El Mero', 'La Pachanga', 'El Pumuki'... son solo algunos de los motes con los que se han hecho conocidos los más destacados delincuentes salmantinos. Destacados porque sus correrías no han pasado ni mucho menos desapercibidas principalmente porque además de la gravedad de sus delitos en muchos de los casos o su persistencia en delinquir en otros, son conocido por curiosos y pegadizos apodos en círculos policiales y judiciales, pero sobre todo en la calle.

Curiosos, ingeniosos, descriptivos y en muchos casos podría decirse que hasta graciosos. Los alias, motes o apodos son los sobrenombres con los que todos conocemos a nuestros delincuentes. Fáciles y pegadizos son de extrema utilidad para los integrantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, que los utilizan a diario para comunicarse entre ellos y para incluirlos con el alias en cuestión en la confección de las propias fichas policiales.

Violadores, estafadores, traficantes de drogas, asesinos y en muchos casos simples ladronzuelos, sus sobrenombres se hacen populares entre la picaresca, pero también en los círculos policiales al ritmo que van acumulando detenciones, lo que hace más sencillo dar con ellos para el próximo arresto. Por ejemplo, si los agentes llegan a un barrio donde acaba de haber un robo, y alguien les comenta «ha sido el dedos largos», rápidamente los agentes lo tendrán identificado, aunque el propio delator no sepa siquiera su nombre de pila y más rápida será su localización.

Lo mismo ocurre en las investigaciones y en los interrogatorios policiales, donde los apodos facilitan enormemente la identificación de los sospechosos por parte de confidentes, así como de testigos protegidos.

Incluso en los pinchazos telefónicos, donde los apodos se suceden tratando de dificultar la comprensión por parte de los intrusos. Aunque como suele decirse 'la Policía no es tonta' y por más subterfugios que busquen nuestros delincuentes al final acaban siendo identificados y en la mayoría de los casos, detenidos.

'El Zanahorio' , 'El Mamarruto' , 'El Mika , 'El Mero', 'La Pachanga' , 'El Popi' o 'El Pumuki' son solo algunos de los alias más populares entre los salmantinos. Sobrenombres que en su mayoría afloran desde la más tierna infancia, entre los primeros amigos pandilleros o incluso en su estancia entre el mismo centro penitenciario.

En los últimos tiempos se han unido a ellos otros como 'El Vinas', 'El Basurilla', o el del inquilino del céntrico parking salmantino conocido en círculos policiales y judiciales como 'El Mayoral'.

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