Detenido dos veces en 24 horas por sacar un cuchillo a uno de sus compañeros de piso en Garrido y volver pese a la orden de alejamiento

Un vecino de Garrido ha sido detenido dos veces en menos de 24 horas por la Policía Nacional tras protagonizar un episodio violento en el piso compartido donde reside, situado en la calle Gómez Ulla. Primero fue arrestado por amenazar de muerte con un cuchillo de cocina a uno de sus compañeros de vivienda, con el que mantiene enfrentamientos habituales, y después por regresar a la casa pese a tener prohibido volver a acercarse.

Según ha podido saber LA GACETA, los hechos comenzaron en la noche del viernes al sábado, cuando el hombre, de nacionalidad española y de mediana edad, salió de su habitación armado con un cuchillo de cocina y, en tono agresivo, amenazó al otro inquilino con matarlo. Las desavenencias entre ambos no eran nuevas, pero en esta ocasión la tensión escaló hasta poner en riesgo la integridad del compañero, lo que motivó la llamada a la Policía Nacional.

Cuando los agentes llegaron a la vivienda, detuvieron al agresor y lo trasladaron a dependencias policiales. Al día siguiente, el sábado, pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número Tres de Salamanca, en funciones de guardia, acusado de un delito de amenazas. Durante su comparecencia, negó los hechos, pero la juez impuso una orden de alejamiento inmediata, prohibiéndole volver al domicilio compartido salvo que lo hiciera acompañado de la Policía para recoger pertenencias personales.

La advertencia fue clara: no podía regresar bajo ningún concepto. Sin embargo, al poco de quedar en libertad, el hombre desoyó todas las advertencias y regresó al mismo piso por su cuenta.

De nuevo, la Policía tuvo que intervenir y lo detuvo por segunda vez, esta vez por un delito de quebrantamiento de medida cautelar. Fue conducido nuevamente ante el mismo Juzgado de Guardia, donde este domingo se celebró un juicio rápido por esta infracción. En esta ocasión, el acusado reconoció los hechos y aceptó la pena impuesta: una multa de 10 meses, a razón de 5 euros diarios (1.500 euros en total).

Mientras tanto, el procedimiento judicial por el delito de amenazas continúa adelante.