Continúan los registros: al menos tres detenidos en la operación antidroga de la Guardia Civil

La oleada de registros que desde el fin de semana vive Salamanca capital y provincia se ha zanjado hasta la fecha con cinco detenidos, cuatro españoles y un marroquí, en dos operaciones distintas, ambas llevadas a cabo por los agentes de la Guardia Civil, en Peñaranda de Bracamonte y Santa Marta.

La primera, tal y como avanzó LA GACETA, dio inicio el domingo en Peñaranda. Sobre las cinco de la tarde los agentes registraron un domicilio en la céntrica calle Gómez de Liaño, inspección que se zanjó con un marroquí detenido y algo más de 10 kilos de hachís intervenidos en su casa y otros 2,7 en el interior de su vehículo.

A su detención se unieron a principios de semana, otras dos, las de dos varones españoles que fueron arrestados en su caso durante otra redada en Santa Marta de Tormes. En ambos casos se trata de dos chicos de 19 años que fueron arrestados tras los registros en sus domicilios de las calles Julián Besteiro y Clavel de la localidad. Solo en uno de ellos, al parecer, se encontraron 100 gramos de hachís.

Los tres pasaron a disposición judicial el martes y en los tres casos se ordenó su ingreso en prisión. Eso sí, los dos jóvenes salieron este miércoles mismo tras el pago de la fianza de 15.000 euros impuesta en cada caso por el juez.

La operación habría finalizado ya y aunque en un principio se informó que tendría relación con otras intervenciones en otras provincias españolas, fuentes del caso señalan que únicamente se circunscribe a esas dos localidades salmantinas.

Paralelamente, según ha podido saber también este diario, los agentes de la Guardia Civil llevaron a cabo otra operación antidroga este miércoles por la mañana en Santa Marta de Tormes. La operación se zanjó en esta ocasión con otros dos detenidos y el decomiso de algo de hachís y marihuana.

Los dos detenidos, de nacionalidad española y vecinos de la localidad, permanecían este miércoles en los calabozos a la espera de pasar a disposición del Juzgado de Guardia.

A pesar de que la alarma creada con motivo de los sucesivos registros a plena luz del día, los agentes de la Guardia Civil mantienen un total sigilo respecto a los resultados de las operaciones sobre una de las cuales llegó a ser declarado incluso el secreto por parte del juez que lleva el caso.

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