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Entrada a Tordillos. ARCHIVO
Consternación en Tordillos tras la muerte de Melchor, el nonagenario víctima de un fatal atragantamiento cuando celebraba su santo con sus familiares en Peñaranda

Consternación en Tordillos tras la muerte de Melchor, el nonagenario víctima de un fatal atragantamiento cuando celebraba su santo con sus familiares en Peñaranda

La iglesia de la localidad acogerá este martes a las 17:00 horas el funeral y acto seguido sus restos recibirán sepultura en el pueblo. El anciano nació y residió toda su vida en la localidad, donde era muy querido: «Era una persona muy abierta y agradable», recuerda su vecino Román

M. C.

Salamanca

Martes, 7 de enero 2025, 12:22

Consternación en Tordillos tras la muerta de Melchor, el nonagenario que este lunes murió al parecer víctima de un atragantamiento mientras comía en un restaurante. Celebraba su santo - haciéndolo coincidir con la festividad de la Epifanía del Señor que representa el encuentro entre Jesús y los Reyes Magos- y como cada año lo hacía comiendo con sus familiares más próximos. Este año lo hicieron en un restaurante de Peñaranda de Bracamonte, situado en la calle Ricardo Soriano. A las 16:35 horas el 112 recibió aviso de un atragantamiento en el establecimiento.

Los servicios de emergencias no pudieron hacer nada por salvar su vida. Melchor fallecía a los 92 años en el mismo lugar. En la mañana de este martes se le realizó la autopsia para confirmar la causa exacta de la muerte, aunque todos los indicios apuntan a que se atragantó con un trozo de carne.

Melchor Rogado Albarrán nació y residió toda su vida en Tordillos, una pequeña localidad de apenas 400 vecinos muy próxima a Peñaranda (a 15 kilómetros y 13 minutos en coche). Allí todos lo conocían. Viudo y con tres hijos, en la actualidad estaba jubilado pero trabajó toda su vida como obrero, señalan sus vecinos.

«Era una persona abierta y muy agradable», señala su vecino Román, que no oculta su pesar por lo ocurrido, lo que comparte el resto de vecinos del pueblo, que en la tarde de este martes, a partir de las 17:00 horas, lo despedirán con motivo de la misa funeral que acogerá la iglesia del pueblo. Acto seguido tendrá lugar el entierro en el cementerio.

El pesar también se siente en Peñaranda, donde ocurrieron los hechos y donde, casualidades de la vida, se ha vivido la segunda muerte por atragantamiento en otro establecimiento en menos de dos meses. La alcaldesa de la localidad, Carmen Ávila, que apenas pasadas 24 horas de los hechos manifiesta el pesar de todos los vecinos: «En un caso como este, todo el mundo lamenta que una persona pueda fallecer de esta manera», lamenta.

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