Butroneros revientan la caja acorazada de una empresa de Villares

Espectacular asalto de madrugada y con butrón en una conocida empresa de electrodomésticos situada en el término municipal de Villares de la Reina.

Un grupo organizado de ladrones, encapuchados y muy profesionales, accedieron a las instalaciones tras realizar un agujero en una pared de hormigón y una vez dentro de la nave fueron directos a por su objetivo, la caja acorazada, que reventaron apoderándose del dinero que había en su interior, «una importante cantidad».

Los hechos ocurrieron entre las doce y las dos de la madrugada, cuando el grupo, integrado por tres o cuatro individuos cubiertos con pasamontañas, accedió a las instalaciones a través de un butrón por una pared lateral de la nave que la empresa Milar tiene en el número 12-14 de la calle Tormes.

«Una vez dentro han esquivado todos los sensores, han roto paredes, han roto ventanas hasta llegar a donde han querido llegar, que es a buscar el dinero», manifiesta Ricardo Conrado, consejero delegado de Milar.

Además de los destrozos, muchos destrozos, los ladrones se llevaron consigo el dinero que había en la caja fuerte y que estaba empotrada en la pared.

Los hechos fueron grabados por las cámaras de seguridad de la empresa: «Se les ve reptando, se les ve abriendo las puertas tumbados en el suelo desde abajo para que no salten las cámaras... auténticos profesionales», manifiesta Ricardo Conrado, que en la tarde del miércoles iba a interpones la denuncia ante la Guardia Civil, después de que de madrugada ya hubieran estado los agentes realizando la inspección ocular.

«Que la gente sepa lo que hay y si puede poner alguna medida de seguridad que la ponga», señala Conrado, que insiste en que hay que abordar todos los sistemas de seguridad y guardarse muy bien de toda persona ajena porque cree que el robo está relacionado con alguien que conoce muy bien la empresa y que ha suministrado la información a los asaltantes.

No es la primera vez que la empresa sufre un robo. Hace algo más de cuatro años ya vivió otro, aunque en aquella ocasión, apunta Conrado, «fue menos tedioso, menos lioso, menos botín...», además se acababan de mudar a esta dirección y probablemente no tenían tantas medidas de seguridad como ahora, «fue más sencillo para ellos», añade. Por eso ahora que la empresa está totalmente protegida todo apunta a que alguien que la conoce bien ha tenido que haber suministrado la información a la banda.

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