La Audiencia condena a seis años de prisión al 'secuestrador esqueleto' de Ciudad Rodrigo

Sin embargo, sí le declara responsable penalmente de un delito leve de coacciones de carácter continuado, de tres delitos de coacciones graves, de un delito continuado de amenazas graves no condicionales y de tres delitos leves de lesiones por los que además de seis años de prisión, le impone medidas de alejamiento y multa, así como el pago de un importe que ronda los 2.000 euros a las víctimas y las costas del juicio.

Llama la atención que el Tribunal de la Audiencia considera probado que vestía «ropas oscuras o negras», pero no detalla que fuese vestido de esqueleto como se le acusaba desde el primer momento.

El acusado se enfrentaba a una condena de hasta 27 años de cárcel que pedía la acusación particular. La sentencia se asemeja a la calificación de la Fiscalía, que pedía 7 años de prisión.

En su calificación señalaba la fiscal que los hechos ocurrieron sobre las 21:00 horas del 16 de febrero de 2023, cuando M.I.B. fue disfrazado de esqueleto -lo que no impedía su identificación, ni consta que lo hiciera con este fin- y provisto de una escopeta cargada -para la que disponía de guías de pertenencia y licencia en regla- al domicilio de la joven con la que había mantenido una relación sentimental, en Tenebrón.

Accedió al garaje de la misma, que estaba abierto, y con el pretexto de obligar a la chica y a sus padres a hablar con él los encañonó y les conminó a subir a la cocina, tras lo que los obligó a tirarse al suelo. Los ató con bridas, amordazó a la madre y dirigiendo hacia ellos el arma, les amenazó repetidamente con matarlos.

Apenas habían pasado unos minutos cuando el padre se abalanzó sobre él para quitarle el arma y ambos cayeron por las escaleras. La chica y la madre fueron en auxilio del padre, momento en que el acusado les golpeó, tras lo que huyó a la carrera en dirección al monte, donde permaneció escondido casi dos días, tras lo que se entregó voluntariamente a la Guardia Civil.

Añade la fiscal que entre el 6 y el 16 de febrero de ese año, con el fin de perturbar la tranquilidad, el sosiego y de conseguir además que la joven reanudara la relación con él, le envió insistentemente whatsap e hizo pintadas en edificios del pueblo con expresiones dirigidas a ella en las que hacía constar su nombre y la insultaba.