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Viernes, 21 de octubre 2022, 17:46
La Policía Nacional ha detuvo este jueves a un hombre tras una huida de película en la que el varón se tiró al río Tormes desde la pasarela de Huerta Otea. Entre los cargos que se le imputan al varón de 42 años están la comisión de un delito contra la seguridad vial y otro contra la administración de justicia.
La actuación policial se inició cuando los agentes que se encontraban realizando labores de prevención en vehículo policial con distintivos por la zona de Buenos Aires, observaron como un vehículo que circulaba en sentido contrario al advertir la presencia policial aceleró alejándose del lugar con una velocidad muy superior a la permitida por la vía.
Por tal motivo, los funcionarios emprendieron la persecución del turismo, activando las sirenas del vehículo policial mientras que solicitaban por la megafonía al conductor que detuviera la marcha y estacionara el coche. Lejos de obedecer las indicaciones policiales, el chofer continuó a gran velocidad por diversas calles de la ciudad, cometiendo múltiples infracciones en su marcha, tales como atravesar líneas continuas para adelantar vehículos.
Durante su trayecto obligó a que los turismos que circulaban en sentido contrario debieran parar para evitar la colisión, cruzó una rotonda por el medio, circuló en alguna vía de único sentido, en contra de la circulación, cruzó pasos de cebra a gran velocidad, sin respetar a los peatones que en ese momento pretendían atravesarlo...poniendo con su conducción en peligro la integridad física de otros usuarios de la vía.
La persecución, a la que se unieron otros vehículos policiales, continuó varios minutos más, hasta que el individuo abandonó su vehículo e intentó huir hacia el río en la zona de Huerta Otea, introduciéndose en el mismo y nadando hasta la mitad del cauce. Los funcionarios perseguidores convencieron al varón para que salga del río y en un primer momento pareció que deponía su actitud, pero al alcanzar la orilla, intentó nuevamente zafarse de los agentes, que finalmente consiguieron interceptarle.
Los actuantes realizaron gestiones y comprobaron que al individuo le figuraba en vigor una prohibición de estar y residir en Salamanca y provincia impuesta por un Juzgado de Instrucción de la capital. Por todo ello, y al entender los funcionarios de Policía Nacional que se encontraban ante la comisión de un delito de conducción temeraria y otro de quebrantamiento de condena, procedieron a su detención.
El individuo ingresó en prisión tras pasar a disposición del juzgado en funciones de guardia.
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