Los Juzgados de Colón acogieron este martes el acuerdo entre las partes.

Un año de prisión y cuatro sin la patria potestad por llevarse a su hija, tutelada por la Junta, de Salamanca

La madre reconoce que huyó a Puebla de Sanabria con la niña, de 2 años, sin permiso y a pesar de tener las visitas suspendidas

M. C.

SALAMANCA

Miércoles, 10 de enero 2024, 09:07

C.C.R.B., la mujer acusada de llevarse a su hija de dos años de edad, que se encontraba bajo la tutela de la Junta y respecto a la que tenía suspendido cualquier tipo de visita, ha aceptado una condena de un año de prisión y cuatro años de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad. La acusada se ha declarado culpable del delito de sustracción de menores del que le acusaba la Fiscalía.

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El Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca acogió ayer por la mañana el acuerdo entre las partes, que comprende la rebaja en la pena de prisión inicialmente solicitada por la fiscal -2 años- al haber sido reconocidos los hechos por parte de la acusada.

Los hechos tuvieron lugar durante el verano del pasado año 2023, cuando la mujer, siendo consciente de que su hija se encontraba bajo la tutela de Junta de Castilla y León y de que tenía suspendida cualquier tipo de visita, acudió el 31 de julio al domicilio de su madre, abuela materna de la niña y cuidadora en funciones de esta, en el barrio del Zurguén, y se la llevó consigo.

La mujer fue localizada en compañía de la menor el 4 de agosto de ese año en el municipio zamorano de Puebla de Sanabria. Tras ello, la niña se reintegró a la tutela de la Junta, ingresando en un centro de acogida.

Según informan fuentes jurídicas, la acusada manifestó en su momento que cuando fue localizada se encontraba con la pequeña en una habitación que había alquilado y que se la llevó porque su madre y abuela de la menor la había llamado llorando para decirle que no podía cuidar de la niña.

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Mientras tanto, la abuela de la menor, reconoció que había solicitado a su hija que cuidara de la menor para poder ir a trabajar, de manera que el primer día lo hizo sin que hubiera ningún problema, pero el segundo la mujer llegó del trabajo y la niña no estaba. La acusada se la había llevado dejando un mensaje en el que entre otras cosas manifestaba a su madre: «No voy a dejar que nadie me impida estar con mi hija (...) No te preocupes que volverás a ver a la niña».

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