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R.S.O. al inicio del juicio en la Audiencia Provincial. ALMEIDA
El acusado de perforar un ojo a otro en Guijuelo lo niega todo: «Estaba en mi casa en Salamanca, con mi hijo»

El acusado de perforar un ojo a otro en Guijuelo lo niega todo: «Estaba en mi casa en Salamanca, con mi hijo»

La Audiencia acoge el juicio por la agresión ocurrida en diciembre de 2019, cuando la víctima y sus compañeros iban a desayunar tras celebrar la cena de empresa por Navidad. La Fiscalía pide 10 años de prisión para el acusado

M. C.

SALAMANCA

Lunes, 13 de mayo 2024, 13:37

«Ni por la espalda, ni por ningún lado», R.S.O., el acusado de la salvaje agresión a otro varón en el mes de diciembre de 2019 en Guijuelo, ha negado ante el tribunal la autoría. Asegura que ese día ni siquiera estaba en la localidad chacinera, sino en Salamanca capital, en su casa, cuidando de su hijo. Por su parte, el perjudicado, que ha perdido la visión del ojo derecho, le ha reconocido en el juicio que ha acogido este lunes la Audiencia de Salamanca, aunque dice no conocer muy bien el motivo de la agresión, que tuvo lugar mientras celebraba la cena de empresa. La Fiscalía ha mantenido su petición inicial: diez años de prisión y 97.000 euros de indemnización por un delito de lesiones con la agravante de alevosía. Por su parte la defensa solicita la absolución.

Ambos coinciden en que no se conocían de nada cuando se produjo el incidente. El acusado asegura que ese día estaba en Salamanca, en su casa, para nada en Guijuelo. «No estaba en Guijuelo ese día», ha declarado el acusado, ni solía ir, ha añadido. Según ha dicho iba solo alguna vez que otra porque están allí sus padres. Sin embargo, ha mantenido, el día de autos vivía con su pareja y con su hijo, de hecho estaba cuidando de este en el momento de la agresión, ha asegurado -a día de hoy, R.S.O. tiene 34 años y cuatro hijos de distintas parejas-.

Ha reiterado que no conocía de nada al afectado que la primera vez que lo vio «fue en la rueda de reconocimiento» y a preguntas de su abogado ha detallado que de día fue «a trabajar como todos los días al matadero y luego a cumplir con unos trabajos sociales que tenía».

Por su parte, el perjudicado, tras reconocerlo ante el tribunal como el autor de la agresión, ha explicado que los hechos ocurrieron junto a una panadería, donde al parecer el acusado y otro varón que lo acompañaba, un marroquí, tuvieron un enfrentamiento con los empleados. Él estaba fuera fumando un cigarro y el chico marroquí estaba también fuera «muy nervioso». «Me dijo que dejara de mirar» y el acusado también le dijo alguna cosa, tras lo que empezó a agredirle: «Al primer golpe perdí la visión y me dio otro y perdí el conocimiento», ha dicho.

Mientras tanto la pareja del acusado ha mantenido la coartada, manifestando que el día de los hechos su compañero se quedó a cuidar del niño mientras ella trabajaba y cuando regresó estaba en casa: «100% no lo sé -dónde estuvo mientras ella no estaba en casa-, pero yo a las 9 cuando volví a casa estaba con mi hijo, es lo único que puedo decir», ha declarado. Entonces vivían en Salamanca capital.

Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local que intervinieron con motivo del incidente coincidieron en que el acusado, muy conocido en la localidad, fue identificado por los testigos como el autor de la agresión. Sin embargo, ninguno de los testigos que han comparecido en el juicio han podido identificarlo.

El relato de la Fiscalía

Tal y como ha venido avanzando LA GACETA, la fiscal señala en su escrito de calificación provisional que los hechos tuvieron lugar el 21 de diciembre de 2019, sobre las 08:00 horas, cuando el acusado, con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, se encontraba en las inmediaciones de una pastelería situada en la calle Alfonso XIII de Guijuelo, y se acercó por detrás a la víctima, de 23 años.

Por motivos que se desconocen, comenzó entonces a golpearle en la cabeza y en la cara, cayendo este al suelo y perdiendo el conocimiento, tras lo que el acusado huyó rápidamente del lugar.

La víctima sufrió graves menoscabos físicos, consistentes en contusión en región facial derecha con lesiones oculares, perforación del globo ocular, así como múltiples heridas en región facial derecha, que le afectaron a la nariz, el párpado, la mejilla, etc.

Lesiones por las que además de una primera asistencia facultativa, precisó de tratamiento médico quirúrgico con intervenciones por parte del servicio de Oftalmología del Hospital Virgen de la Vega, tardando en curar 527 días -seis de ellos de perjuicio grave y 521 moderado- y quedándole como secuelas pérdida de agudeza visual del 95% del ojo derecho y cicatrices en la región facial derecha, así como en el lóbulo de la oreja del mismo lado.

Para el Ministerio Fiscal los hechos son constitutivos de un delito de lesiones, con la concurrencia de la circunstancia agravante de alevosía. Además de la pena de diez años de prisión, pide que se le imponga la prohibición de aproximación a menos de 500 metros y de comunicación con la víctima por cualquier medio por tiempo de 13 años, así como el pago de las costas procesales.

La Fiscalía le solicita asimismo que indemnice al afectado en 39.723 euros por los menoscabos físicos, en 48.000 euros por la pérdida de agudeza visual, en 5.400 euros por el perjuicio estético y en 5.000 euros por las operaciones quirúrgicas a las que se ha visto obligado a someterse como consecuencia de la agresión. Un importe total que supera los 97.000 euros.

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