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Pedro Jesús N.R., 'Belinda', durante el juicio en la Audiencia Provincial de Salamanca. ALMEIDA
El acusado de apuñalar a otra residente en el Padre Damián: «Recuerdo poco, es como si un espíritu me poseyera»

El acusado de apuñalar a otra residente en el Padre Damián: «Recuerdo poco, es como si un espíritu me poseyera»

El transexual fue desalojado en pleno juicio por increpar a una testigo, educadora del centro: «maldita sea tu estampa asquerosa, mentirosa». La Fiscalía mantiene su petición de 10 años de prisión por asesinato en grado de tentativa

M. C.

SALAMANCA

Lunes, 18 de diciembre 2023, 14:09

La Audiencia Provincial dejó ayer vista para sentencia la causa seguida por el apuñalamiento ocurrido el pasado año en el centro Padre Damián, en el que una residente resultó herida de gravedad a manos de otro que acababa de ser expulsado del centro. El acusado, Pedro Jesús N.R. o 'Belinda' como prefiere que lo llamen dada su condición de transexual, tuvo que ser desalojado ayer de la Audiencia dada su agresividad, llegando a hacer llorar a la educadora responsable del centro en el momento de los hechos que declaró tras un biombo: «A mí no me tratar como un perro tú, cerda, a mí que me metan más años, pero no me tratas así... maldita sea tu estampa asquerosa, mentirosa», llegó a decirle tras ponerse de pie.

«Recordar recordar, recuerdo muy pocas cosas...», declaró al ser preguntada por la fiscal sobre lo que pasó el día de autos . «A mí m e quitaron las cosas y me entró como una cosa, como si un espíritu me poseyera, yo ni veía», manifestó, y contó que en sus inicios en el centro «todo era maravilloso», la trataban muy bien y hasta le querían hacer un carnet nuevo, «de mujer», pero con el paso del tiempo solo le transmitían «negatividad»

Dijo que cree que le echaron «porque no hacía caso a los demás, porque iba a lo suyo» y que no le daban su dinero, lo que cobraba del paro, por eso reconoce que en el centro «era incómodo».

Y recordó que días antes de los hechos «tenía unas pesadillas muy extrañas, que le cortaban el cuello y pidió para un psiquiatra», aludiendo así una vez más a que en el momento de los hechos no estaba en sus cabales.

Por su parte, la víctima del apuñalamiento, otra residente a la que había conocido en la cárcel de Topas, declaró que entre ellas hubo «amistad». Que cuando se conocieron Belinda «no se movía», entonces ella empezó a «bailarle sevillanas». Se llevaban bien, hasta el punto de que ella salió del penal antes y cuando la ahora acusada llegó al Padre Damián: «Me llevé una alegría increíble», reconoció.

Sin embargo hubo un incidente menor con un bote de pintura que cayó en un patio del centro, que provocó que las llamaran a ambas para ver quién lo había tirado y al decir que ella no había sido, fue cuando ella cree surgió el problema entre las dos: «Yo creo ahí me tiré a los pies de los caballos», dijo, y al día siguiente, Belinda le dijo que «tenía que estar muerta».

El día de autos, la víctima se encontraba regando unas plantas y comenzó a acuchillarla por la espalda, le asestó cinco cuchilladas hasta que un compañero intercedió y tiró una botella de agua para evitar que continuara su ataque, sufriendo también un corte leve, un rasguño, con el cuchillo, de 15 centímetros y que según la propia acusada había cogido de un contenedor.

«Yo soy una enana al lado de ella», dijo y declaró que tras la agresión pasó tres días en la UCI.

«Es como si estuviera cortando pan», dijo respecto al momento de la agresión, señalando que «estaba fuera de sí» y que «la última puñalada iba al cuello», que menos mal que su compañero intercedió.

Los médicos forenses ratificaron que fueron cuatro las puñaladas asestadas a la víctima, que le afectaron al colon y al intestino y que de no haber sido operada de urgencia hubiera fallecido. Dijeron además que la acusada sufría ya antes del incidente un trastorno de personalidad no especificado, pero independientemente de ello «en el momento de los hechos no se podía apreciar disminución de sus capacidades cognitivas y volitivas» y que el apuñalamiento requirió de una cierta planificación.

La fiscal del caso mantiene su petición para el acusado: 10 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa y dos meses de multa con una cuota diaria de 6 euros (360 euros) por un delito leve de lesiones. Mantiene además la petición de indemnización para la víctima principal, 14.130 euros por las lesiones y las secuelas; y retira la correspondiente al otro residente lesionado, que renunció ayer en juicio. Por su parte, la defensa mantiene que su cliente no era consciente de lo que hacía, que actuó en un arrebato y pide que se le condene tan solo por dos delitos de lesiones, uno de ellos leve.

Los hechos tuvieron el día 18 de julio de 2022. Debido a su conflictivo comportamiento, Pedro Jesús N.R. había sido expulsado del centro asistencial y, pese a ello, accedió al mismo y atacó en repetidas ocasiones a otro de los usuarios, una mujer, con un cuchillo de cocina de 15 cm de hoja, hasta que llegó otro residente que le lanzó una botella de agua para repeler la agresión , ante lo que el acusado le lanzó otra cuchillada.

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