El clan merchero de Los Manueles y su estrecha relación con Salamanca

Homicidio doloso, tráfico de drogas y sustracción de menores. La operación desarrollada este martes en Aldeaseca de la Armuña ha permitido localizar y detener a otro de los presuntos autores del crimen de Villaobispo, un homicidio que en noviembre de 2008 conmovió a esta localidad leonesa por su violencia y cuya investigación desencadenó el pasado abril seis detenciones más -la de un hermano del anterior entre ellos-. Todos los detenidos son integrantes del temido clan de 'Los Manueles'.Tal y como avanzó LA GACETA, la intervención ha sido desarrollada en un piso de la localidad armuñesa. Agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Salamanca detectaron en septiembre la presencia de F.M.M.F., de 48 años, miembro del conflictivo clan de mercheros que estaba siendo buscado por el Juzgado de Instrucción número 1 de León por su participación en el crimen. La Guardia Civil de Toledo le buscaba además por un delito de sustracción de dos menores, sus hijos de 2 y 6 años, ocurrido el pasado 31 de octubre en Illescas.Con la orden judicial, los agentes accedieron al piso, donde además de detener al varón por presunto homicidio doloso, recuperaron a los niños, que han sido entregados ya a su madre. La Guardia Civil detuvo además en el piso a la matriarca del clan, I.F.G. de 68 años, que tenía una orden de detención del Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid por tráfico de drogas, y a M.R.H.C., de 48 años y actual pareja del varón, implicada junto a éste y su madre en la sustracción de los menores.Madre e hijo han ingresado ya en prisión, mientras que la pareja del varón quedó libre con cargos.EL CRIMEN DE VILLAOBISPO: UN TIROTEO ENTRE CLANES MERCHEROSLa causa abierta en noviembre de 2008 por el crimen de Villaobispo parecía estar cerrada con la detención en abril de seis integrantes del temido clan de 'Los Manueles', entre ellos el hermano del detenido -M.M.F. de 40 años- quien tras el homicidio se había escondido en la localidad madrileña de Moraleja de Enmedio, donde durante casi diez años vivió con identidad falsa y pasando completamente inadvertido entre sus vecinos. Tras su arresto, el juez ordenó su ingreso en prisión, donde permanece.La operación, que durante un año investigó y ejecutó el pasado abril la Guardia Civil de Salamanca con la colaboración de la Policía Nacional y coordinada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Salamanca, culminó el martes con el arresto de F.M.M.F.Según informó en su día el Diario de León, el crimen de Villaobispo fue resultado de la pelea entre dos clanes de una misma familia de mercheros extremeños que acabaron a tiros el 8 de noviembre de 2008 por la mañana. Un ajuste de cuentas por temas relacionados con las drogas.La población de Moraleja (Cáceres), donde los implicados eran conocidos por su historial delictivo, ya sabía de sus andanzas. El primer grupo había venido siguiendo al segundo desde Extremadura, donde el fallecido ya había esquivado la muerte milagrosamente tras resultar herido de un balazo. Ingresado en un hospital, pidió el alta voluntaria y desapareció, sabedor de que, si le localizaban, su vida corría serio peligro. Sin embargo, no cayó en la cuenta de que habían instalado un GPS oculto en su coche.Localizados en Villaobispo, donde vivían en un piso de alquiler, esa mañana se encontraron frente a frente pero no llegaron a identificarse. Las víctimas abrieron fuego primero, pensando que se trataba de una operación de la Guardia Civil. Los agresores fueron más certeros y acabaron con la vida del varón del otro grupo. Uno de los supuestos participantes en la reyerta fue detenido y encarcelado. El resto, fue cayendo en operaciones paulatinas de la Guardia Civil. Cuando el caso parecía estar cerrado, el martes se produjo el arresto en Aldeaseca.LA HUIDA DE UN SALMANTINO PARA SALVAR SU VIDALos detenidos son miembros del clan de 'Los Manueles', un grupo con domicilios de Madrid y Toledo principalmente, pero con una familia muy extensa dispersa por gran parte del territorio nacional. El clan desmantelado gracias a la perseverancia y la tenacidad de la Guardia Civil de Salamanca tenía en el narcotráfico su principal negocio y se valía de los métodos más violentos en su día a día.Tanto es así que la operación desarrollada el pasado abril tuvo como origen el incidente registrado en mayo de 2017 en la A-62, en Villares de la Reina, en el que un salmantino de 39 años se arrojó de un coche en marcha, a 120 km/h, después de recibir dos disparos en una pierna. Una huida a la desesperada para salvar su vida, porque los pistoleros eran gente realmente violenta. La víctima había quedado previamente con miembros del clan sin saber del peligro que le acechaba para realizar una operación de compraventa de un vehículo. Mientras circulaban con el turismo de la víctima para comprobar que funcionaba correctamente, aprovecharon para amenazarla y dispararle con una pistola dos veces en una pierna, teniéndose que lanzar la vícticam del coche en marcha para salvar su vida y huyendo los agresores en el coche.LA BANDA EN LA QUE CASI TODOS SE LLAMAN MANUELEl nombre del clan no responde a otra razón, según fuentes consultadas, a que que la mayoría de los varones del grupo se llaman Manuel. Estas mismas fuentes insisten en la peligrosidad de la banda, tanto por sus antecedentes policiales como por la violencia empleada por sus miembros para conseguir sus objetivos. Un grupo con una gran movilidad geográfica y que además se vale de identidades falsas para sus beneficios económicos y principalmente para huir de la Justicia.