Las cinco enfermedades más comunes que puedes contraer en la piscina

Con el calor, surge la necesidad imperiosa de darse un refrescante baño en la piscinas, aunque, en ocasiones pueda suponen un riesgo debido a los gérmenes y sustancias químicas que se encuentran en el agua, y que debido al contacto, la respiración de vapores o por tragar el propia agua, pueden producir cinco tipos enfermedades. Por ello, Juan Jurado Moreno, responsable del Grupo de Trabajo de Dermatología de la SEMG, indica la importancia de conocer los riesgos más frecuentes de darse un chapuzón en la piscina.

Las cinco enfermedades más frecuentes son:

1.- Trastornos diarreicos: es la afección más común y se produce porque algunos gérmenes son capaces de resistir a la cloración del agua. Las personas más vulnerables de sufrir esta enfermedad son los niños, personas con el sistema inmunitario bajo o embarazadas. Prevenir esta enfermedad es un trabajo de todo, para ello, es imprescindible el aseo personal.

2.- Dermatitis: es un proceso inflamatorio de la piel que se produce después del baño, sobre todo en aquellos casos que el baño haya durado demasiado tiempo. Normalmente aparece en forma de ronchas o habones muy pruriginosos, erupciones generalizadas, lesiones ampollosas o purulentas a nivel de los folículos. Son lesiones que habitualmente no necesitan tratamiento, exceptuando los casos más persistentes. Para evitar estas lesiones se recomienda ducharse antes y después del baño, así como quitarse inmediatamente el bañador húmedo y secar la piel.

3.- Infecciones del oído: se producen porque el conducto auditivo ha estado en contacto con un ambiente muy húmedo que provoca una otitis externa. La enfermedad se manifiesta por picores o dolores en el oído. Además, aumenta la presión de la oreja e incluso puede supurar. Para impedir este tipo de infección es aconsejable utilizar gorros o tapones estancos.

4.- Irritaciones respiratorias o oculares: se deben a la formación de cloraminas, que cuando se evapora, provocan infección en las mucosas. Son más frecuentes en piscinas cubiertas o en aquellas piscinas con mal mantenimiento.

5.- Otras infecciones cutáneas: la mayor parte de estas se pueden evitar con la utilización de un par de chancletas de uso exclusivo para piscinas y secándose bien los pies. Entre ellas se encuentra:

- Pie de atleta: aparece por caminar descalzo en suelos húmedos y contaminados. En definitiva, es una infección producida por hongos en el espacio de los dedos de los pies.

- El molusco contagioso: son lesiones sobreelevadas blanquecinas múltiples en tronco y extremidades. Se caracteriza por ser muy contagiosas y necesitarán un tratamiento especializado.

- Verrugas comunes víricas: son heridas verrugosas que se adquieren por andar descalzos. Además, son muy duraderas y molestas.