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Martes, 18 de febrero 2020, 19:22
¿Quién no ha reutilizado en más de una ocasión el aceite de la sartén con el que hemos frito unas patatas o unos calamares? Seguro que no hay nadie que se salve de este ‘pecado’. Pero el problema es que no hay que pasarse, porque emplear una y otra vez el aceite puede poner en riesgo nuestra salud.
De hecho, los expertos recomiendan no sólo que no se reutilice sino que se opte por aceite de oliva nuevo. Pero es evidente, que esto es complicado por el elevado coste económico que supondría.
El problema principal es la producción de una sustancia química conocida como acrilamidaque se genera al someter a algunos alimentos como las patatas fritas o las croquetas a procesos de fritura, horneado o tostado a temperaturas que superan los 120 grados. Dicha sustancia, según publica el propio ministerio de Sanidad, aumenta el riesgo de “padecer irregularidades en el sistema nervioso y otras enfermedades cardiovasculares”. Según los nutricionistas cuando el aceite se calienta una y otra vez, hay muchas posibilidades de que aparezcan ácidos grasos del grupo trans. Dichos ácidos aceleran el proceso de coagulación sanguínea aumentando la aparición de la obesidad y el riesgo de padecer enfermedades como diabetes, hipertensión, cáncer e infartos.
Además de esto, el aceite usado en varias ocasiones pierde su eficiencia, haciendo que la fritura sea de peor calidad y por lo tanto, empeore la textura y el sabor del producto que hemos cocinado. El tercer problema es que aumenta el riesgo de ingerir subproductos contaminantes , ya que se incrementa la cantidad de polímeros y compuestos tóxicos.
Con todas estas contraindicaciones, los expertos en seguridad alimentaria aseguran que el aceite tiene una vida recomendada de tres usos para evitar un impacto negativo sobre nuestra salud. Y aunque hay voces, como el ‘manual de fritura perfecta’ publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se apunta que el aceite de oliva, girasol o maíz, podría reutilizarse hasta 25 veces, siempre y cuando la temperatura no exceda los 180 grados, se mantenga alejado de la luz y evitemos que se enfríe entre tandas. Pero no nos emocionemos, porque es imposible que calculemos cuál es la temperatura exacta que alcanza el aceite y en la mayoría de los casos, es probable que supere esos 180º.
Pan (tostado), galletitas saladas, patatas fritas y otros productos cortados, fritos u horneados a base de patatas, productos de aperitivo a base de patata, las chips (patatas fritas de toda la vida), productos de bollería y pastelería, café tostado, los cereales del desayuno, galletas, sucedáneos de café y alimentos infantiles que están compuestos a base de cereales para recién nacidos y niños de corta edad.
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