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Lunes, 28 de febrero 2022, 22:16
A todo el mundo le encanta lucir una melena sana, brillante y cuidada; y que, sea larga o corta, morena, rubia, castaña o pelirroja, lisa o rizada, con flequillo o sin él, despierte ‘las envidias’ de aquellos que le rodean pero...para ello hay varias preguntas que plantearse.
El cabello hay que lavarlo siempre que esté sucio. No pasa nada por lavarlo a diario, si se usan productos de cuidado frecuente y adecuados al tipo de cabello. La frecuencia del lavado depende, sobre todo, del tipo de cabello y del cuero cabelludo.
Si el cuero cabelludo es graso, se puede lavar a diario, porque dejar la grasa es más perjudicial. En cambio, si el cuero cabelludo es seco o sensible, es preferible espaciar los lavados. Además, la frecuencia de lavado también depende del estilo de vida: después de sudar mucho, tras bañarse en la piscina o en el mar, o si se utilizan productos de fijación como ceras, gominas, lacas... hay que lavar el pelo siempre.
No, hay que elegir el mejor champú para cada persona, teniendo en cuenta tanto el cuero cabelludo como el cabello. El cuero cabelludo puede ser graso, seco o sensible. El cabello, en cambio, puede ser seco o muy seco, teñido, decolorado, canoso, fino y sin volumen, ondulado, rizado, normal.
Se aconseja lavar el cuero cabelludo con un champú específico, si se tiene alguno de los problemas indicados, y después elegir otro para el cabello, según sus características. El cabello no se frota, se lava suavemente masajeando con los dedos, y se aclara con agua tibia o fría.
Son productos diferentes. El acondicionador ayuda a desenredar el cabello. Hay diferentes tipos, algunos hay que eliminarlos con agua, otros, en cambio, no necesitan aclarado, y son muy prácticos para los cabellos que se enredan mucho, que suelen ser los que son muy finos, y los rizados. El acondicionador se aplica después del champú y no necesita tiempo de reposo.
La mascarilla, en cambio, es el producto que aporta hidratación y nutrición y necesita un tiempo de reposo (como mínimo entre 2 y 5 minutos), para que haga efecto. La recomendamos 1 o 2 veces a la semana. También se aconseja trabajarla, para que penetre bien. Es ideal para los cabellos secos, los teñidos, los rizados, los frágiles.
Así es, los tintes y las mechas, resecan mucho el pelo. La naturaleza del cabello se altera por la oxidación química, y por eso el pelo teñido está más seco, tiene un tacto áspero, puede perder el brillo. Para hacer frente a este problema es importante cuidarlo con productos específicos para cabellos teñidos.
Lo ideal es elegir champús sin sulfatos, para evitar que el color se pierda y prolongarlo más tiempo. Y aumentar la hidratación y nutrición con mascarillas, usar protector del calor si usamos secador y planchas y protegerlo del sol.
Todo lo contrario. El cepillado es un gesto que casi hemos olvidado, y es un error. Cepillarse el cabello a diario es bueno para eliminar los residuos que se acumulan por el uso de productos, por la contaminación y también para quitar esos pelos muertos. Eso sí, hay que elegir un cepillo bueno, que no dañe el cuero cabelludo.
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