El concejal de Turismo, Ángel Fernández Silva, asegura que los viajeros procedentes de Estados Unidos muestran mucho interés por destinos españoles fuera de las rutas tradicionales y de las ciudades con mayor proyección turística más allá de nuestras fronteras. Prefieren localidades menos masificadas y más auténticas para llevarse una idea real de nuestro país. «No quieren quedarse en las localizaciones típicas, en lo que todo el mundo ve, muestran predilección por ciudades más castizas como Salamanca», sostiene como potencial añadido de la capital del Tormes, demanda que le trasladan los touroperadores estadounidenses en las ferias del sector.
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Precisamente los viajeros de este origen son interesantes para la ciudad, ya que su perfil es de un nivel cultural y económico alto. De hecho algunos ya llegan a través del Duero tras volar desde su país y embarcar en Oporto. Este perfil de viajero con solvencia y formado al que le interesan los destinos ricos en patrimonio cultural como el de Salamanca se comparte con el resto de turistas que llegan a través de la principal naviera que opera en el Duero. Desde marzo hasta noviembre traslada hasta la capital del Tormes turistas de Gran Bretaña, Alemania, Francia, Suiza, Austria, Australia, Bélgica, Dinamarca, Canadá, Portugal, Noruega, Países Bajos, Nueva Zelanda, Brasil, Irlanda, Luxemburgo, Italia, Suecia, Rusia y, en menor medida, España. Según la información facilitada al Consistorio, cuando acabe la temporada habrá desplazado hasta la ciudad a más de 20.000 visitantes.
La segunda de las navieras en importancia opera desde abril hasta principios de noviembre y tiene una previsión de acabar la temporada con el desplazamiento de 16.000 clientes hasta Salamanca. La mitad de sus viajeros es de origen francés, seguidos de alemanes, suizos, ingleses, escandinavos y americanos, aunque en menor medida. Aunque entre ambas acaparan casi la totalidad de los cruceristas que llegan a la provincia y a la capital, otras dos compañías se han sumado a este mercado con barcos más pequeños elevando la cifra de visitantes por encima de los 40.000 al año.
Según recuerda Fernández Silva, estas cifras son el resultado de una actividad creciente año tras año, a excepción de la pandemia de covid que limitó la actividad tanto en España como en los países de origen de los turistas. «Antes estos viajeros eran residuales, apenas se trasladaban desde los barcos hasta la ciudad, pero ahora la situación se ha dado la vuelta». Reseña que el motivo del cambio ha sido principalmente la presencia de Salamanca en las ferias como destino turístico y el contacto con las navieras y los touroperadores que ofrecen estos circuitos por el Duero. «Es la fórmula para entrar», insiste Fernández Silva.
Por eso considera que también es la fórmula para que a partir de ahora incrementen su oferta en Salamanca y abrir la posibilidad de quedarse más tiempo en la ciudad. «El turista tiene que irse con la sensación de que Salamanca no se ve en una jornada o dos», insiste el concejal. A la vez, reseña que todos estos viajeros no solo generan riqueza con su estancia, sino que se convierten en embajadores de la capital del Tormes. «Generan impacto, hablan de Salamanca en sus lugares de origen y propician que más gente quiera visitarnos. Tienen un efecto multiplicador», concluye.
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