El verano de 2022 fue, sin ninguna duda, el más 'negro' de este siglo para Salamanca por lo que se refiere a los índices de mortalidad. Entre mediados de junio y finales de agosto se registraron casi un millar de decesos. Los 968 fallecidos certificados en solo nueve semanas superaron casi en un 14,5% incluso las cifras del verano de 2020, el peor año de la pandemia, según confirman los datos del Instituto Nacional de Estadística. Los expertos sanitarios y demógrafos consultados por este periódico no se atrevían a apostar por un motivo concreto que justificase el exceso de muertes del pasado año. Como hipótesis apuntaban a la combinación de un verano especialmente caluroso en la provincia con las secuelas dejadas por la covid. Fuesen las que fuesen las causas, los datos de decesos publicados por el INE apuntan a que ya se han superado. En el mismo periodo —de la 25ª a la 34ª semana— de este año, el número de defunciones en Salamanca se ha reducido casi un 24%. Entre el 19 de junio y el 27 de agosto de este año se han certificado 739 defunciones. Son 229 menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Son casi 25 muertes menos cada semana, un importante descenso de la mortalidad, que hace que la caída del 11% en la cifra de defunciones que ya se venía registrando en la primer semestre del año se haya elevado hasta el 15,7% en los primeros ocho meses de 2023 por el descenso de los fallecidos durante el periodo estival.
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El descenso de los fallecidos en la provincia que reflejan los datos que el INE toma de los registros civiles no puede vincularse a que este haya sido un verano más suave que el anterior. Aunque es cierto que en julio de 2022 se batieron todos los récords —la temperatura máxima absoluta, la media más alta y media máxima más alta—, el sistema de monitorización de la mortalidad (MoMo) del Instituto Carlos III estimó que entre junio y agosto del pasado ejercicio fallecieron 95 personas en la provincia por exceso de calor y 44 en los mismos meses de este año. Aunque este año sean la mitad de decesos, no explicarían la diferencia de 229 defunciones. Lo cierto es que las cifras de mortalidad que está contabilizando en la provincia de Salamanca a lo largo de este año se encuentran ya dentro de los márgenes que se daban antes de la irrupción del coronavirus.
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