Borrar
Unos turistas con sus perros frente a su caravana en un camping de la ciudad. GUZÓN
Unas vacaciones con la casa en la carretera

Unas vacaciones con la casa en la carretera

Los viajeros de caravanas y los amantes de la acampada llenan este verano los campings en busca de un viaje que combine visitar los monumentos de la ciudad y el contacto con la naturaleza

Lunes, 28 de agosto 2023, 20:27

Niños que corren de un lado a otro, el chapoteo de los pequeños que juegan en la piscina, la ropa que cuelga desordenada, un grupo de amigos que conversa despreocupados, una pareja que abre una botella de vino y se sienta a beber una copa sobre sus sillas plásticas… A apenas unos kilómetros de Salamanca se abre todo un mundo distinto. Un universo alejado del tráfico y los ruidos de la ciudad, pero muy pegadito al río Tormes. Un mundo en el que la naturaleza, las autocaravanas y las tiendas de campaña son las protagonistas.

Los campings salmantinos son espacios que combinan lo mejor de dos mundos: la cercanía con la ciudad y el contacto con la naturaleza. Un conjunto de lugares que se han convertido en un oasis para los más aventureros y que cada vez suman más adeptos tanto nacionales como extranjeros. «Hemos tenido la ocupación al 100 casi todo el verano. Esta siendo una temporada muy buena. Los meses de abril y mayo, que normalmente también son muy buenos, han sido incluso mejores que años anteriores. Este agosto el 50% de nuestras plazas las tienen los habituales, personas que repiten años tras año y que se quedan incluso meses. Los viajeros de una o dos noches corresponden al 15% y el restante son las personas que se quedan entre tres días y una semana», explica Aniria De Castro administradora de uno de estos recintos.

Además, dentro de este tipo de turismo hay que sumar a las personas que viajan en caravanas o furgonetas camperizadas, pero que optan por aparcar en las zonas habilitadas por el Ayuntamiento. Viajeros que normalmente paran en Salamanca solo una o dos noches.

Un espacio ideal para los niños alejados del estrés de la ciudad

Así, entre los aventureros que cada verano, sin pensárselo dos veces, toman sus cosas y ponen rumbo a su vehículo en busca de nuevas experiencias existen todo tipo de perfiles. Desde los turistas de rutas largas que eligen este estilo de viaje «por la libertad que da» hasta las familias que encuentran en el camping el lugar ideal para pasar tiempo de calidad. «Viajar de esta manera te permite compartir más como familia. En los hoteles con la televisión, los teléfonos y las tablets cada uno está a lo suyo. Aquí estás las veinticuatro horas juntos y sin distracciones», explica Araitz González, una vasca que visita Salamanca en conjunto con su pareja y su hijo de dos años.

Como ella, son muchos los padres que encuentran en los campings un espacio ideal para una pequeña aventura. «En verano lo que más recibimos son familias con niños. El resto del año nuestros principales clientes son europeos jubilados que realizan rutas en autocaravanas y paran en la ciudad. En verano el perfil cambia a familias españolas, principalmente procedentes del País Vasco, pero tenemos de todos lados, incluso de aquí de Salamanca», comenta De Castro, quién además señala que lo que más valoran este tipo de usuarios de los campings es el ambiente que se genera en el lugar. «Lo más parecido que se me ocurre para describirlo son los pueblos. Que los niños salen, juegan y hacen amigos. Los vecinos se conocen y se saludan. Así es la vida en el camping. No tiene nada que ver con estar en un hotel o en la ciudad», enfatiza la mujer.

Una opinión en la que coincide Isaías, un madrileño que este año viajo a la ciudad solo para acampar en familia. «El año pasado vinimos a Salamanca a darle una sorpresa a una sobrina que vive aquí y decidimos hospedarnos en este camping. La sorpresa fue también para nosotros que no esperábamos que nos gustará tanto la experiencia de acampar. Este año vinimos solo para repetirla. Lo que más nos gusta es la tranquilidad de que los niños pueden hacer lo que les da la gana en un espacio seguro. Los dejamos que corran y vuelvan solos. No como en Madrid o en la playa que no les quitamos los ojos de encima. Aquí estamos más relajados», señala.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Unas vacaciones con la casa en la carretera