Imagen de las casetas de la Feria del Libro instaladas en la Plaza Mayor en 2024. Archivo

El uso de la Plaza Mayor sigue creando la misma controversia 20 años después

La Feria del Libro es la más discutida, pese a que dos años se celebró fuera de este recinto

J. Á. M.

Domingo, 19 de enero 2025, 21:32

La polémica que levanta la instalación de todo tipo de infraestructura en la Plaza Mayor no es nada nuevo. Esta controversia lleva muy viva desde hace más de dos décadas, se podría decir que nació con la llegada del nuevo siglo. Aunque en el arranque del milenio estuvo un tanto apagada, debido a los grandes fastos programados con motivo de la Capitalidad Cultural del 2002 y de Salamanca 2005, Plaza Mayor de Europa, en los últimos años se ha visto agudizada ante la proliferación de eventos que tienen como ubicación el principal ágora salmantino.

Publicidad

Una de las celebraciones que más discordia provoca es la instalación de las casetas de la Feria del Libro, que cada vez cuenta con más detractores. Esta polémica no es nada nueva, pues ya tenía lugar en los primeros años del presente siglo. Tanto es así, que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de la época decidió, ante las presiones ciudadanas, trasladar la Feria del Libro a otra ubicación. En 2003 se opta por ubicarla en la calles de Las Úrsulas, a pesar de las críticas de los libreros, que amenazaron con no volver a participar si se mantenía dicho emplazamiento. Ante las quejas, el Consistorio decide celebrar la Feria del Libro de 2004 en la plaza de Los Bandos, ubicación que los libreros calificaron como «el lugar menos malo» y de nuevo presionan para su vuelta a la Plaza Mayor. La presión surte efecto. El Ayuntamiento vuelve a instalar la Feria del Libro de 2005 en su lugar de origen, coincidiendo con el 25 aniversario de este evento y con la conmemoración del 250 aniversario de la construcción de la Plaza Mayor y, aunque se dijo que iba a ser algo excepcional, acabó por ser definitivo, hasta la fecha.

Y es que a pesar del intento del Ayuntamiento por controlar este uso con la aprobación de un reglamento en 2015, el carácter tan laxo de esta normativa sigue provocando una gran arbitrariedad a la hora de autorizar o no el uso de la Plaza Mayor para unas u otras actividades, incluso para una misma propuesta. Es más, son muchas las veces en las que el Ayuntamiento y la Junta incurren en constantes contradicciones.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad