Uno de cada cinco comercios ha cerrado las puertas en la última década

La última década ha estado marcada por dos crisis económica. La que comenzó en 2008 y que estaba ligada a la “burbuja” inmobiliaria, y la de 2020 vinculada a la pandemia. En ambas, una de las actividades económicas que ha salido peor parada ha sido el comercio minorista, que ha visto como el número de negocios ha descendido de forma alarmante en la provincia. De hecho, uno de cada cinco establecimientos ha cerrado sus puertas.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) hablan por si solos. El número de negocios dedicados al comercio al por menor que había a 1 de enero de 2010 ascendía a 5.014. Once años después, a 1 de enero de 2021, ha caído a 3.958. Se trata de la actividad económica que presenta una tendencia más negativa en Salamanca, muy por delante de otras que también han sufrido durante estos años. Después se sitúan la construcción de edificios, una consecuencia lógica tras la crisis de 2008, así como los servicios de restauración, en ambos casos con un descenso superior a los 500 establecimientos en el periodo de estudio. Sin embargo, y a diferencia del comercio, estos dos sectores han registrado en los últimos meses un repunte de la actividad y la constitución de nuevos negocios.

Hay varios factores que han llevado al comercio a la situación actual. Por un lado, la competencia de las grandes superficies y franquicias impiden competir en precio a las tiendas más pequeñas. En segundo lugar, la despoblación, en especial en el medio rural, representa un problema ante el que el pequeño comercio no puede hacer nada. Problemas a los que hay que sumar que los hábitos de consumo han cambiado y en el que el papel de la venta online ha ganado protagonismo en los últimos años y especialmente a raíz de la pandemia. Además, la incertidumbre económica ligada a las dos crisis genera un ambiente poco propicio para que emprendedores o autónomos apuesten por este sector a la hora de montar su empresa.

A pesar de la importante caída, más de un millar de establecimientos, el comercio minorista sigue siendo la actividad con más negocios de Salamanca, seguida por los servicios de restauración, con más de 2.000, el comercio al por mayor, con 1.800 —y tras un descenso de 202 desde 2010— y la construcción de edificios. Por encima del millar también se encuentran las actividades de construcción especializada, las actividades jurídicas y de contabilidad y las inmobiliarias. Este último resulta llamativo, ya que se trata del sector que más ha crecido en la última década, al doblar su número y pasar de los 503 que había en 2010 a los 1.016 de 1 de enero de 2021.

La construcción de edificios es la segunda actividad peor parada en la última década, al perder 584 negocios, pero también hay otras relacionadas con ella que han sufrido el pinchazo de la “burbuja” inmobiliaria de 2008. Por ejemplo, se han perdido 284 negocios dedicados a actividades de construcción especializada. En el caso de los servicios técnicos de arquitectura e ingeniería, el descenso ha sido de 158.

Después de las actividades inmobiliarias —en las que se incluyen la gestión del patrimonio inmobiliario—, lo que más crecen son los servicios personas, con 194 negocios más para un total de 926. También crecen de manera significativa las actividades sanitarias, con 174 más, las administrativas y auxiliares a otras empresas, con 162, las artísticas y deportivas —pese a la pandemia— con 135 y 115 más respectivamente, así como las relacionadas con la educación, con un incremento de 108 y un total de 838.

Un dato importante del INE es que a 1 de enero de 2021 había más de 11.000 empresas sin asalariados en Salamanca. En concreto 11.872, lo que representa más de la mitad que hay en la provincia. En cuanto al resto, hay una que supera los 5.000 trabajadores y otras dos que superan el millar. La mayoría de empresas con asalariados solo disponen de uno o dos, más de 6.300.

La pandemia supuso un duro golpe para multitud de negocios. Casi medio millar de Salamanca no pudieron continuar durante el año 2020. Los servicios de restauración fueron los que más sufrieron, aunque es verdad que en 2021 han recuperado terreno, con la constitución de nuevos negocios, lo que ha permitido restablecer la situación anterior a la covid.

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