La Universidad supera con nota el caos de la cotización de los becarios: da de alta a 6.859 alumnos en prácticas

A pesar del caos inicial que planteó la medida, la Universidad de Salamanca dio de alta en la Seguridad Social a 6.859 alumnos que realizaron prácticas no remuneradas en el primer año del nuevo sistema que cotización que entró en vigor el 1 de enero de 2024.

El nuevo gerente, Pedro García, hizo este jueves su presentación pública en un día de homenaje al Personal Técnico de Gestión y Administración de Servicios (PTGAS) y recordó que uno de los retos es implementar completamente la gestión de este sistema que tuvo mucha menor incidencia que en otras universidades gracias a la creación de una unidad específica para las cotizaciones.

García agradeció el «esfuerzo, dedicación y sacrificio» del personal y destacó como próximos retos inmediatos la adaptación a la LOSU con un horizonte de implantación para 2026, así como la administración de los fondos europeos 'Next Generation'. Además resaltó la importancia de la formación para el PTGAS así como la gestión y preparación de las microcredenciales o los grupos de transferencia de conocimiento, a los que ya ha llegado con un centenar de solicitudes.

Por otro lado, recordó la importancia de potenciar la digitalización y la administración electrónica. «Queremos ir quitando los procesos en papel», incidió.

En la misma línea, el rector de la Universidad, Juan Manuel Corchado, adelantó que entre los objetivos de su equipo está el impulsar la carrera profesional, mediante la aplicación de planes que faciliten la formación continúa, así como «generar liderazgo y autonomía» dentro del PTGAS. Así, avanzó que se tratarán de impulsar nuevas formas de organización del trabajo, así como la transformación digital.

Por último, recordó que la Universidad está inmersa en el estudio de la relación de puestos de trabajo (RTP) con el objetivo de redimensionar los servicios para que cuenten con el personal necesario para llevar a cabo las funciones.

El gerente puntualizó, en este sentido, que las jubilaciones previstas para los próximos años no pueden repercutir en una merma en la calidad.

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