La Universidad de Salamanca pide una moratoria ante la nueva EBAU

La Universidad de Salamanca, así como el resto de instituciones académicas del país, lo tienen claro: No es viable la realización de la nueva Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) el próximo año 2024. Después de manifestar su rechazo a los cambios planteados por el Ministerio de Educación en el sistema de acceso, las universidades han optado por endurecer sus críticas y pedir una moratoria de un año para implantar la nueva modalidad de la EBAU.

«No es realista afirmar que existe suficiente tiempo para poner en marcha dicho modelo en 2024 y se perjudicará gravemente al estudiantado que este curso esté matriculado en primero de Bachillerato», aseguran los responsables de las pruebas de acceso y admisión de todo el país e insisten en retrasar un año los cambios previstos en estos exámenes.

Al respecto, María José Rodríguez Conde, vicerrectora de Calidad y Enseñanzas de Grado de la Universidad de Salamanca reconoce: «Debería haber una moratoria porque en las universidades no estamos preparadas, tendríamos que empezar a organizar la prueba corriendo en septiembre; y tampoco está preparado el profesorado de Bachillerato para desarrollar las capacidades que necesitan los alumnos para esta nueva prueba, los docentes necesitarían formación previa», y añade resignada: «Si nos obligan, tendremos que hacerlo, pero lo conveniente sería que se aplazara un año».

El rector Ricardo Rivero también se ha sumado a las críticas realizadas en los últimos días por rectores de otras universidades: «Tienen que parar este tema y el de las prácticas y consensuar los cambios», solicita a la vez que reconoce que la reforma de la EBAU plantea «más incertidumbre» y no termina de resolver la demanda principal: la igualdad de oportunidades en todo el territorio para los jóvenes que estudian y se esfuerzan tanto para acceder a las plazas en el sistema público. «Tienen derecho a saber cómo tienen que prepararse para el futuro. Esperamos que se consensúe el modelo, se atienda a la demanda de igualdad de oportunidades y reconsideren los borradores que han circulado en los últimos tiempos», ha afirmado el rector.

Si el Gobierno no da marcha atrás, que parece lo más probable por los comentarios realizados por fuentes cercanas al Ministerio de Educación que encabeza Pilar Alegría, las consecuencias pueden ser «caóticas» para el sistema de Educación. Así lo cree la consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas, que ha manifestado su apoyo a las universidades. «El caos que supone a los estudiantes de Bachillerato es superior a cualquier ventaja. Es imposible atender a esa petición el próximo curso», ha insistido Lucas que ha pedido al Gobierno de España «que respete a los estudiantes, a las comunidades autónomas y escuche a la comunidad educativa», reclamando de nuevo una EBAU única.

Si no hay cambios, el Ministerio de Educación remitirá en breve el real decreto con los cambios de la prueba al Consejo de Estado para su aprobación, de manera que el nuevo modelo de la EBAU se daría a conocer con el inicio del curso 2023-24.

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