Al ritmo de las chirimías y rodeado de heraldos y maceros. Precedido por el tradicional cortejo de doctores que, como siempre, se engalanan con su traje académico para ir desde el Aula Fray Luis de León hasta el Paraninfo. Encabezado por el rector, Ricardo Rivero, y acompañado de heraldos y maceros.
Así comenzaba la ceremonia en la que la Universidad de Salamanca se rendía a las melodías del que es reconocido como uno de los pilares fundamentales de la cultura brasileña: el cantante, compositor, poeta y activista político Caetano Veloso, investido nuevo doctor honoris causa en presencia de distintas autoridades e invitados que quisieron reconocer su destacada contribución al ámbito creativo de Brasil e Hispanoamérica.
Con un apoyo unánime, como el que en su día tuvo la propuesta realizada por la Facultad de Filología, apoyada, además, por el Centro de Estudios Brasileños (CEB), el catedrático del departamento de Filología Moderna Pedro Emanuel Rosa Grincho Serra, padrino del acto, era el encargado de entregarle las insignias -el birrete, el anillo y el libro- al nuevo doctor, que puede presumir de ser uno de los grandes cantautores del siglo XX.
«Ha hecho del amor al lenguaje una forma de vida. Es un poeta, un filólogo en el más noble sentido de la palabra», aseguraba Serra, que, para solicitar el doctorando ante el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, no dudó en repasar algunos de los versos escritos por el ilustre músico brasileño, al que le fue imposible no acordarse de Miguel de Unamuno, «autor de las observaciones más conservadoras sobre la lengua portuguesa escritas por un extranjero».
«Me resulta imposible estar en Salamanca y no pensar en lo que escribió Miguel de Unamuno. Es inolvidable la forma que tuvo de mirar la lengua portuguesa como un 'castellano sin huesos'. Siempre me ha llevado a sentir la belleza de la lengua española», recordó Caetano Veloso, arropado por decenas de invitados y compatriotas.
Después de que el rector de la Universidad de Salamanca le nombrase nuevo doctor honoris causa, Caetano Veloso recordó su exilio forzoso a Londres entre los años 60 y 70, después de que fuese acusado de terrorismo cultural en su país natal.
Además, el compositor brasileño se deshizo en elogios hablando de los escritores que marcaron un antes y un después en la literatura iberoamericana, estando entre ellos Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez. Por último, también quiso mostrar su faceta como cineasta, recordando la buena labor llevada a cabo en este ámbito por directores como Fernando Trueba y Pedro Almodóvar, a los que dedicó todo lo sucedido en «una fiesta llena de belleza».
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