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Lunes, 19 de agosto 2019, 11:09
Salamanca puede presumir de contar con una de las mejores ofertas en restauración de toda España. Sólo hace falta viajar por la geografía nacional y darse cuenta de que la capital del Tormes está a años luz de muchas otras ciudades tanto en la calidad de su cocina como en la de su servicio. Las plataformas que puntúan los restaurantes y bares así lo reflejan. Sólo hay que echar un vistazo a páginas como TripAdvisor para comprobar que las críticas suelen ser bastante benévolas. Pero como en botica, hay de todo. No todo puede ser “de diez” y existe algún que otro garbanzo negro que se lleva la ira de los clientes. Vamos a repasar algunas de las críticas más destructivas que se han hecho a establecimientos salmantinos.
“Una basura de antro. La peor comida que hemos comido en años. Vinimos para una despedida de soltero y mal, mal. La comida penosa, la animación malísima”, escribe un cliente sobre un restaurante que de las once opiniones que recoge, siete son pésimas. “Fuimos de cena en una despedida de soltero organizada por una empresa. La comida de muy baja calidad, tanto en producto como elaboración. Gran espera entre los entrantes y el plato principal. El “cochinillo” una autentica calamidad. Cervezas servidas en litronas de marca blanca de supermercado. La animación de la cena de lo más lamentable que he visto en mucho tiempo. El personal amable y atento, tratando de dar la cara ante la mala organización y la pésima cena que tenían que servirnos. No volvería ni yendo gratuitamente”, asegura otro de los clientes.
A buen seguro que a este otro céntrico restaurante salmantino le gustaría que TripAdvisor no hubiera existido jamás. De las 410 opiniones que acumula, 147 son pésimas y 62, malas. Eso sí, también tiene 14 excelentes. “Fuimos 3 personas (familia). Las patatas bravas eran patatas fritas porque se les acabaron. Les dimos una oportunidad. La salsa no era salsa brava, sino que era tabasco. Probé una patata con muy poco contenido de esta “salsa” y pegué un bote de la mesa. Los bocadillos de pollo al menos estaban buenos, pero el bocata de jamón: mucho pan y poco jamón. El ambiente malísimo. Las despedidas de soltero lo arruinan todo cuando quieres pasar una noche cenando a gusto con tu familia. El polen se cuela en todo el restaurante. No sabes si comerte lo que te ponen o el polen. Sin duda, no volveré e incluso no recomiendo a nadie ir a este restaurante (si se le puede llamar así), asegura un cliente.
Otra opinión va en la misma línea: “Pedimos dos tapas, después de 4 o 5 intentos pues no le quedaban de lo que pedía. Finalmente pido una tapa de patatas con queso azul y tras 25 minutos esperando entró al local para preguntar qué pasaba y veo cómo le están dando la última tapa de lo que había pedido a otro cliente que había llegado mucho después mía. La camarera me dice que es que se había olvidado de mí y me sugiere que pida otra cosa. No había visto nada igual en mi vida. No lo recomiendo nada”.
Y finalizamos con el comentario que le “regala” un cliente a otro céntrico establecimiento salmantino: “No llegué a consumir nada, ya que mi mujer se dirigía al baño mientras yo iba a pedir unos cafés, y le dijeron de malos modos que el WC es para clientes. O sea que te llaman gorrón nada más llegar”, asegura.
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