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El irregular caudal del Tormes ha protagonizado a lo largo de la historia en la ciudad de Salamanca muchos sustos y alguna que otra tragedia. El final del invierno, la época de deshielo y la coincidencia con las lluvias han elevado estos días los niveles del río, pero los tiempos han cambiado y la amenaza ya no es la que era. La regulación de las aguas iniciada en con la puesta en funcionamiento del embalse de Santa Teresa en 1960 y posteriormente el azud de Villagonzalo en 1965 han domado desde entonces las violentas avenidas de agua que aún permanecen en la memoria de nuestros mayores.
Era 1626, lunes 26 de enero, festividad de San Policarpo. cuando el río Tormes registró la histórica avenida de agua que encabeza por su gravedad todos los repasos históricos.Los 142 muertos y el destrozo del Puente Romano, emblema de la ciudad, fueron un desastre sin parangón en la historia de Salamanca.
Las crónicas de la prensa local nos acercan a las riadas más graves en las crónicas publicadas a partir del siglo XX, acompañadas en algún caso por reveladores testimonios gráficos, recopilados por el blog histórico 'Salamanca en el ayer'. La crecida del 12 de febrero de 1902 inundó La Aldehuela, donde varias familias tuvieron que ser rescatadas en barcas; alcanzó a varias fábricas de curtidos de las que entonces existían en la ribera y puso en alerta a la fábrica de harinas del Sur, a la aceña del Arrabal y a los vecinos de Tejares, Doñinos y Ledesma.
Tras años después, el drama llegó en pleno verano. Una tremenda granizada anegó la ciudad causando enormes destrozos el 1 de agosto de 1905. Las imágenes fueron difundidas por el semanario madrileño Nuevo Mundo.
La capital charra y principalmente sus industrias y viviendas instaladas en sus riberas sufrieron graves avenidas en 1909, 1910 y 1916, siempre en el mes de diciembre. Sucedió también en 1929, cuando el río anegó las instalaciones de la toma de agua de la Aldehuela y causó problemas en el suministro de agua potable de la ciudad.
Una descomunal tromba de agua y granizo convirtió a Salamanca en una blanca Venecia el 15 de agosto de 1932. Los vecinos de calles cercanas al río como Santa María la Blanca se vieron obligados a usar improvisadas barcas para salir de sus casas, y los problemas se extendieron a otras zonas como Bordadores, plaza del Liceo y calle de la Rosa, entre otras muchas. Curiosamente, en los tres años siguientes se produjeron tormentas muy similares con daños en las zonas inundables. Diciembre de 1935 y enero y febrero de 1936 también registraron graves riadas con destrozos.
Los años 40 trajeron a la prensa local imágenes del Puente Romano «con el agua al cuello». Cuentan que en la riada del 5 de marzo de 1947 las aguas sobrepasaron la altura de los machones de piedra en el puente de Enrique Estevan. El Tormes anegó su vega desde Encinas de Abajo, Santa Marta, La Serna, el Arrabal y Tejares, donde destrozó huertas y dañó enseres. Un año después se produjo una riada parecida que fue fotografiada por Gombau (foto superior), con los vecinos de Salamanca presenciando el amenazante espectáculo desde el puente.
Hubo más avenidas de agua en los años siguientes, como la de marzo de 1956, que afectó especialmente a las vegas entre Villagonzalo y Santa Marta y la de febrero de 1960. Pero pese a que desde entonces no han faltado los sustos puntuales, la regulación del caudal con la construcción de los embalses ha ayudado a contener a la naturaleza. Las barcas por las calles de la ciudad ya son, esperemos que para siempre, un mero recuerdo.
Muchos de nuestros antepasados no olvidarían en sus vidas aquel 1 de agosto de 1905, que mereció un reportaje gráfico en la revista Nuevo Mundo. A las dos de la tarde los relámpagos y los truenos acompañaron a un intenso aguacero que dio paso a un cuarto de hora de granizada. Tras un período de calma, a las tres se reanudó la lluvia intensísima que convirtió calles en cascadas y torrentes. Las aguas alcanzaron un metro de altura en muchos lugares de la ciudad, provocando hundimiento de inmuebles y graves destrozos. Enla calle Bordadores (en la foto). el nivel ascendió alos 2'5 metros despues de romper la cloaca en la Cuesta del Carmen: Los barrios de Santa María la Blanca y de los Milagros fueron los más afectados.
Si tiene una imagen antigua de alguna de las crecidas del río Tormes y quiere compartirla, puede enviarlas por correo electrónico indicando en el asunto 'Memorias en blanco y negro' a la dirección lector@lagacetadesalamanca.es o enviar la imagen a través del formulario que aparece debajo de estas líneas. LA GACETA DE SALAMANCA las publicará.
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