El túnel secreto de la Facultad de Matemáticas que fue clave para tumbar a Napoleón

Salamanca es una ciudad repleta de patrimonio. Se aprecia con solo poner un pie en sus calles. Pero su historia va mucho más allá. Y es que, bajo los adoquines por los que pisan salmantinos y turistas, se encuentra otra ciudad paralela formada por un entramado de galerías subterráneas. La mayoría de ellas, destruidas u ocultas a simple vista, sirvieron como canalizaciones de agua, carboneras, sótanos de almacenaje e incluso pasadizos por los que transitaban los guerrilleros de la Guerra de la Independencia.

De entre las más conocidas, hay que resaltar la red de galerías oculta bajo las aceras de la Universidad Pontificia, los pasadizos que comunicaban los diversos negocios de la Plaza Mayor o el misterioso túnel de la Facultad de Matemáticas, donde cobró protagonismo una figura: el guerrillero y militar salmantino Julián Sánchez 'El Charro'. Este túnel, de unos 1,22 y 3,3 metros de ancho, tiene una historia detrás que conmueve a todo aquel que le llega. En él, se pueden apreciar a día de hoy dos entradas: la primera se puede encontrar en el sótano de la propia facultad y, la otra, frente al Puente Romano, en una de las casas construidas frente a la muralla.

Según la historia, el origen de este pasadizo, de cuatro metros de largo, radica en el año 1147. Por aquel entonces, tenía por encima la sinagoga y, según una de las muchas hipótesis que se sostienen, era utilizado como salida de la ciudad por los judíos como acceso a la alcazaba, además de por los guerrilleros de Julián Sánchez 'El Charro' durante la Guerra de la Independencia. Una cosa que llama especialmente la atención es que, en la actualidad, existe una placa en los pasillos de la facultad que recuerda su existencia.

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