El Alvia procedente de Barcelona debía parar en Valladolid a las 17:00 horas y llegar a Salamanca a las 18:06 de este viernes. Pasadas ya las ocho de la tarde y tras más de tres horas de espera, los pasajeros de este tren estaban subíendose a un autobús en la estación vallisoletana porque el convoy que debía traerles hasta la ciudad del Tormes, que ya acumulaba retraso, se había averiado.
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Según Renfe, son 78 los pasajeros con destino a Salamanca afectados. Lo cierto es que algunos de los viajeros pudieron subirse en el tren regional de las 18:45, pero este no tenía asientos libres para todos, por lo que 65 de ellos tuvieron que esperar a los autobuses que partieron de origen después de las ocho de la tarde. Y a una persona con movilidad reducida se la trasladó en taxi.
«Es un desastre; los trenes son una cochambre», denunciaban ayer los usuarios afectados, indignados con que Renfe no tenga un protocolo para dar una rápida solución a las frecuentes averías.
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