Trabajadoras del hogar durante la conmemoración. ALMEIDA

El trabajo invisible que «sostiene a la sociedad»

Las trabajadoras del hogar han salido a las calles de Salamanca para seguir reivindicando sus derechos en un acto organizado por Cáritas bajo el lema 'El tiempo de ellas'

Clara Delgado

Salamanca

Jueves, 27 de marzo 2025, 18:33

'Tiempo de ellas'. Ese es el lema que ha lanzado Cáritas Diocesana para conmemorar el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar y reivindicar sus derechos, que se celebra el próximo domingo.

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«Tenemos que tomar conciencia de que dar de alta a las empleadas de hogar es una forma de visibilizar un trabajo que sostiene a la sociedad en general porque es un trabajo que permite que otras personas podamos tener otros desarrollos profesionales, familiares, personales o de ocio», ha reconocido la coordinadora de inserción laboral de Cáritas, María Elices.

Decenas de trabajadoras se dieron cita este jueves en la plaza de los Bandos junto a Cáritas para que esta labor deje de ser «invisible». Entre ellas, Luzmila Mesa, una ecuatoriana que lleva desde el año 2008 en España. «Me ha ido todo muy bien. Las personas con las que he estado me han tratado muy bien», reconoce esta trabajadora, aunque asegura que algunas de sus compañeras no han tenido tanta suerte y no han vivido la misma situación que ella. «Lo que pido como empleada del hogar son derechos como que nos paguen la Seguridad Social, las mensualidades y un buen trato. Pedimos que haya mucha comprensión y entendimiento», explica.

Unas reivindicaciones que se reiteraron durante la lectura del manifiesto: «Aún queda mucho por hacer para la equiparación total de derechos respecto al resto de personas trabajadoras».

Su compañera, Victoria María Chuchón, también llegó a España hace años desde Perú, donde reconoce que las condiciones de vida son totalmente diferentes. «Vine a trabajar aquí porque quiero algo mejor para mis hijos». Victoria María también reconoció que su experiencia como trabajadora del hogar ha sido buena, aunque conoce casos que no lo han sido tanto.

En el otro lado, Francisca acudió a Cáritas como empleadora. Francisca es una sierva de San José y cuenta que «yo acudí a Cáritas porque nosotros somos una comunidad pequeña, somos cinco hermanas, somos mayores, y realmente no nos hemos dedicado nunca a la cocina», por ello tienen a alguien que las ayuda.

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«Las empleadas de hogar tienen la misma dignidad que cualquier otro trabajador. Tienen sus derechos y todo empleador tenemos que respetárselo», reconoce Francisca.

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