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Desde hace años, Carlos Pérez Gutiérrez está vinculado a proyectos de voluntariado y cooperación internacional. Forma parte de la plantilla de personal de administración y servicios de la Universidad de Salamanca, así que las últimas colaboraciones las ha llevado a cabo con el apoyo del Servicio de Asuntos Sociales (SAS). Ha recibido una financiación de 5.000 euros para la construcción de un huerto y un gallinero para autoabastecimiento en un pequeño poblado de Etiopía.
«El fin último del proyecto es facilitar una dieta rica en proteínas en una de las regiones más asoladas por el hambre. Para ello tenemos diferentes frentes. Por un lado, la construcción de un gallinero para que puedan disponer de huevos y, por otro, la creación de un huerto donde se planten principalmente leguminosas», explica pocas semanas después del viaje realizado al municipio de Holeta y añade: «Todos vivimos en un mismo planeta, pero en mundos muy diferentes. Nuestro universo abarca aquello que conocemos y solemos dar por sentado que es así en todo el mundo, sin embargo, no lo es. A modo de ejemplo, algo tan sencillo como un café con leche no es algo baladí en Etiopía, y mira que es la cuna del café».
Su proyecto forma parte de los cinco financiados en 2023 por el SAS. «La idea es involucrar a toda la comunidad universitaria para que cualquiera pueda presentar un proyecto de cooperación, tanto profesores como estudiantes y personal de administración», comenta Rocío Cruz, responsable de cooperación del SAS y la directora del servicio, Ana Belén Sánchez García, destaca el desarrollo de proyectos en América, pero también en África.
La iniciativa de Carlos Pérez se dirige a los usuarios de la casa de acogida Ankelba, pero otros proyectos, como el titulado «Ver para vivir mejor», tiene como destinatarios los niños del barrio Foco Rojo, en Cartagena de Indias (Colombia), en concreto, 200 pequeños y jóvenes han recibido atención especializada para el cuidado de su salud visual.
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Las mujeres son las protagonistas de las actuaciones de cooperación realizadas a través del SAS. «Mujeres vamos a la lucha. Porque el hambre no espera» se denomina el proyecto para que mujeres brasileñas creen su propio negocio. Con esa filosofía, se están llevando a cabo iniciativas productivas agroecológicas dirigidas a mujeres en la comunidad de Santa Ana, en El Salvador. Completa el listado la actuación en Guatemala para la inclusión laboral en el municipio de San Andrés Semetabaj.
Estos proyectos y los siete desarrollados en los años pasados tienen en común el interés de sus promotores por ayudar a los demás y el apoyo de la Universidad de Salamanca.
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