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«Todos somos solidarios, pero cuántas personas van a venir, por qué se plantea un centro ahora, qué va a pasar con la seguridad en el barrio», un sinfín de preguntas sin respuestas que los vecinos y negocios de Puente Ladrillo plantearon este jueves durante la mesa redonda '¿Crees que los menores y las personas migrantes son una dificultad para tu barrio?', organizada por la Asociación de Vecinos 'Puentelave' en el Centro Municipal Integrado de Puente Ladrillo, con el objetivo de «romper mitos y bulos».
Durante la reunión, en la que intervino el director de la 'Casa Escuela Santiago I', Jesús Garrote; el coordinador del Equipo de Apoyo a Familias de la Diputación de Ávila, José María Herrero y Cristina Belenguer, de la asociación 'Puente Vida', se vivieron momentos de tensión y crispación entre los que se muestran a favor y en contra de ambos centros: el centro de acogida de menores y el posible centro de personas migrantes.
Y es que tras la noticia de la posible conversión de la antigua residencia San Juan de Sahagún, ubicada en la carretera de Aldealengua, en un centro de acogida a inmigrantes, el barrio de Puente Ladrillo se ha inundado de numerosas dudas, diferentes versiones, carteles de «se vende el barrio» y confrontación entre los vecinos. Por su parte, 'Puentelave' destacó durante el encuentro que siguen «a la espera de mantener una reunión con el Ayuntamiento» para recibir información oficial acerca del proyecto.
Los profesionales expusieron su experiencia personal, proyectos y avances en materia de inclusión social para estos colectivos en Salamanca, como las enseñanzas de Formación Profesional (FP), oportunidades de formación laboral, escuelas de ocio y tiempo libre… Además, detallaron casos de éxito para desmentir «mitos, bulos y creencias».
«Creo que dar hogar en Puente Ladrillo a menores debería ser una oportunidad para el barrio, pues tendría que traer mejores escuelas, mejor sanidad, mejores parques, mejores asociaciones…, y si no es así me parece que debe haber algún engaño o algún tipo de hipocresía social», explicó el director de la 'Casa Escuela Santiago I', Jesús Garrote, que defendió el «mestizaje» y la «diversidad»: «Tener miedo a los niños no es sano. No debemos tener fronteras».
Por su parte, Cristina Belenguer, la presidenta de la Asociación 'Puente Vida' (una entidad fundada por el histórico párroco Antonio Romo en el año 2000 con el objetivo de ofrecer ayuda integral a migrantes y a otros colectivos en situación o riesgo de exclusión social) habló de la regulación de estas personas y los puestos de trabajo que ocupan: «En los últimos cinco años hemos acogido a 73 personas. Llegaron a nuestra casa en situación irregular y más del 90 % han podido regularizar su situación gracias a empleos en el sector primario, empleos cuyos puestos de trabajo no se están ocupando: agricultura, ganadería, cuidado de personas mayores…, y se han integrado perfectamente en la sociedad», defendió Belenguer.
El coordinador del Equipo de Apoyo a Familias de la Diputación de Ávila, José María Herrero contó su experiencia trabajando con padres y madres «que no saben, que no pueden o que no quieren»: «En una sociedad como la nuestra, donde hay un entramado social muy desarrollado a lo largo de décadas, existen sistemas de protección, hogares y centros que funcionan perfectamente. En ellos se aporta a los niños y niñas experiencias de seguridad y de cuidado que no tienen en su sitio y en sus entornos de crianza, con el padre y la madre«.
José María Herrero expresó que comprende el «miedo» de las personas que se muestran con actitudes de rechazo por el desconocimiento: «Es lógico que exista cierto miedo, pero el miedo es bueno. El miedo nos lleva, en ocasiones, a buscar prevención ante un peligro. La única manera de vencerlo es exponerlos a él, dejarnos que haya espacios en los cuales nos veamos unos a otros y podamos construir entre todos».
Por otro lado, trató el tema de las ayudas sociales que reciben las personas migrantes y vulnerables con menores: «Para que estas reciban las 'paguitas' de la Junta, y perdón por la expresión, necesitan un año de residencia legal en nuestro país, seis meses de una unidad de convivencia, un contrato de alquiler o una vivienda en la cual esté todo legal y ser mayores de 23 años. Además, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) establece los mismos criterios para todas las personas, sean o no Españoles».
Asimismo, insistieron en desmentir bulos. «Las personas que trabajamos con estos colectivos nos enfrentamos cada día a bulos como: los menores de protección delinquen, los inmigrantes vienen a ocuparnos el trabajo o la injusticia en el tema de las ayudas y de las prestaciones», comentó Cristina Belenguer.
Tras las intervenciones de los ponentes, los vecinos tuvieron la oportunidad de intervenir y de mostrarse a favor o en contra de los proyectos en un turno de preguntas donde poco a poco aumentó la crispación. La concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Salamanca, María Sánchez Gómez destacó que «aún no se sabe si va a haber un centro ni cuantas personas va a tener» y recordó que «legalmente es imposible que haya 400 personas». El enfado y los gritos se desataron cuando hizo referencia a la «mala gestión» de los puestos de trabajo en la ciudad por parte del Partido Popular. «Vamos a procurar no entrar en temas políticos», interrumpió el moderador Israel Cuño, de la Asociación 'Puentelave'. Al tiempo que numerosas personas gritaron «no hay que hablar de política», y abandonaron la sala con aforo completo.
«¿Algunos sois del barrio? ¿Creéis que nos van a pagar las pensiones estas personas? ¿Por qué los que vivimos en Salamanca, y en el barrio, nos tenemos que ir? ¿Qué va a pasar con la protección en el barrio? Somos todos muy solidarios, pero hay que ser realistas, ¿cuántas personas van a venir? No se habla de 20 ni 30, sino de volúmenes mayores...»
A lo que Israel Cuño, de la Asociación 'Puentelave' contestó que actualmente se desconoce cuántas personas van a llegar al centro: «Se ha hablado de más de 400 pero no hay capacidad, ni si quiera cuando fue residencia de ancianos. Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno no se sabe el número exacto de las personas que llegarán, ni cuándo, ni cómo. La rehabilitación del centro se está realizando porque forma parte de la estrategia nacional del Gobierno de buscar edificios para alojar a personas en riesgo de exclusión social y migrantes para cuando necesiten realojarse. Pero, ¿cuándo se va a necesitar? Eso no lo sabemos».
Los vecinos continuaron con las preguntas: «El miedo será bueno, pero si no hay ayudas para todos, ¿me podéis decir de dónde van a sacar el dinero? ¿Quién calma a estas familias?». Dudas a las que otros asistentes respondieron: «trabajando».
«Si vienen personas de 400 en 400 tampoco estaría de acuerdo, creo que debería venir gente que se integre en la sociedad para trabajar. Recordemos el problema de hacinamiento que existe con los menores en Canarias, absolutamente intolerable. Los niños necesitan un itinerario educativo y un acompañamiento», expresó otro asistente.
También se trató el crimen de la educadora social en un piso tutelado de Badajoz por parte de menores: «Si vienen, delinquen y pasa lo de Badajoz, ¿quién es el responsable?»
El director de la 'Casa Escuela Santiago I', Jesús Garrote contestó que lo mejor que le ha pasado en su vida es trabajar con menores de protección. Asimismo, el coordinador del Equipo de Apoyo a Familias de la Diputación de Ávila, José María Herrero respondió al asistente que entendía su miedo: «Comprendo el miedo a una cultura diferente, a formas distintas de convivencia, que exista es lógico… Pero quiero hacer hincapié que un centro de protección no es un centro de una medida judicial, sino un centro en el cual el padre o la madre no ha podido, no ha sabido o no ha querido atender la realidad de ese niño y es el sistema el que tiene que hacerse cargo de estos menores para cubrir sus necesidades».
Finalmente contestó al caso de la educadora de Badajoz: «En muchas ocasiones se demandan recursos materiales y personales por parte de los educadores para trabajar con estas personas, es decir, mayor número de profesionales y recursos, y eso depende de la respuesta que aporte cada Comunidad Autónoma».
Por su parte, la Plataforma Vecinal de Puente Ladrillo ha convocado una concentración en la Plaza Mayor para el próximo domingo, 30 de marzo, a las 11:30 horas. Bajo el lema 'Por un barrio seguro con servicios de calidad'. Desde la plataforma se muestran en contra del centro y solicitan «defender los derechos de barrio y de Salamanca».
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