Un tamboril que lleva sonando cuarenta años

No todos tienen la suerte de dedicarse a su pasión con 80 años. Es el caso de Vicente Pérez, el tamborilero más longevo que forma parte del grupo de folclore charro 'La Charrita'. Se trata del integrante más longevo del grupo, que a sus 80 años de edad sigue tocando al son de su tamboril, algo que lleva haciendo desde hace 40 años.

Esta asociación cultural de folclore ha querido darle una sorpresa a su integrante más veterano por tantos años de dedicación. Casi los cincuenta integrantes de la asociación se conglomeraron alrededor de la puerta de su casa, esperando a que saliera para poder deleitarle con algunas de las canciones del folclore charro que tantos años han llevado por las calles salmantinas. Un Vicente sorprendido e ilusionado se arrancó a bailar al son del ritmo folclórico, afirmando «lo feliz que me hace sentir esto por tener la suerte de compartir una pasión como esta y que tantos lo valoren».

Pero la pasión de Vicente por el tamboril y el folclore no vienen con él desde que era niño. «Mi padre vivía en la Sierra y era pastor. El cuando estaba en el monte, con el ganado, trabajando, se llevaba su tamboril y estaba allí tocando», asegura Vicente.

Un padre que tenía la esperanza de que alguno de sus cinco hijos retomara su legado y tuviera el mismo entusiasmo que él por el mundo del folclore. Pero ninguno de ellos se animó. Hasta que Vicente junto con su padre, se pararon a ver un recital de folclore en la Plaza de los Bandos mientras paseaban. Fue ahí donde a Vicente se le despertó cierta curiosidad por el tamboril y, aconsejado por los allí presentes, decidió apuntarse a clases de folclore, algo a lo que se unieron su padre y su sobrino.

«Empezamos a ir juntos a clases de folclore tres generaciones de la misma familia», afirma Vicente. «Fue ahí cuando empecé a interesarme por el tamboril y empezó a ser algo que he llevado desde que empecé con ello, con 40 años», asegura el salmantino.

«Más tarde me uní al grupo folclórico 'La Charrita', hace ya casi 30 años», explica, asegurando que se dedicará a esto hasta que pueda ya que el tamboril se ha dedicado en una pasión, algo que en sus inicios no pensaba que fuera a ser así.

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