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Con tan solo 16 años la vida de Pilar y su madre Clementina dio un vuelco inesperado cuando su padre falleció por una larga enfermedad dejando a Clementina al cuidado de sus tres hijos que con valentía y determinación, asumió el desafío de sacar adelante a su familia. Trabajó incansable día y noche, para superar esta situación. Aunque el dolor de la pérdida nunca desapareció del todo, el amor por sus hijos fue su motor. Sin embargo, cuando finalmente llegó el momento de jubilarse, se vio abrumada por una profunda depresión. La carga del duelo y las responsabilidades acumuladas durante años la llevaron al borde del abismo. Durante ese tiempo, Pilar nunca la dejó sola, se negó a que la oscuridad la consumiera.
Un relato que la salmantina Pilar de la Calle ha querido plasmar escribiendo 'La Luz' para presentarse a 'Supercuidadores', unos premios que tienen el objetivo de reconocer la labor tanto de las personas físicas como de las personas jurídicas por su trabajo y acciones tendentes a mejorar la calidad de vida de personas mayores, personas que sufren algún tipo de enfermedad o se encuentren en situación de discapacidad o dependencia. Ahora todo el esfuerzo que Pilar realizó para recuperar la sonrisa de su madre se ve reconocido al haber sido seleccionada como finalista en su categoría e invitada al Acto Oficial de Entrega de los Premios 'Supercuidadores', al que acudirán Sus Majestades los Reyes, el próximo 28 de octubre en Madrid.
«Jamás pensé que sería seleccionada, pues se han presentado casi 190 relatos, algunos de ellos internacionales, con historias muy duras, de padres al cuidado de sus hijos, historias peores que una depresión», expresa emocionada a LA GACETA.
En sus líneas plasma que durante más de seis meses decidió investigar y encontrar actividades físicas y creativas que pudieran ser una herramienta poderosa contra la depresión de Clementina. Sin dudarlo, organizó sesiones de pintura, clases de cocina juntas, meditación o detalles tan simples como escribir en un diario, antes de irse a dormir, tres cosas por las que estar agradecidas ese día. «Lo llamé 'La Luz' porque ella es mi luz. No podía ver cómo mi madre se desmoronaba con todo lo que había hecho por nosotros, sus hijos. Así que tenía que devolvérselo. Fueron meses muy duros en los que casi tiro la toalla, pero seguí y seguí por ella», detalla Pilar.
Durante ese proceso optó por adoptar un perro, 'Bruno', el «motor» de la vida de ambas. «Nunca sabía que iba a pasar al día siguiente, me pedía muchísima medicación. Yo compraba placebo y la engañaba...Como trabajaba de noche cogí a 'Bruno', ha sido nuestro apoyo y una obligación para salir con mi madre a la calle. Además de que tenía miedo de que le pasase algo cuando yo no estaba, pues el piso es un séptimo y con el perro me iba más tranquila...».
Pilar lamenta que las enfermedades mentales continúen siendo un tema «tabú»: «Cuando hablamos de depresión, ansiedad, psiquiatras y psicólogos la gente se piensa que estás loco y no somos conscientes de que cualquiera, hasta el más joven, puede caer en dichas enfermedades. Mi madre está aquí también gracias a los profesionales».
Ni Pilar ni Clementina se creen que en los próximos días vayan a conocer a los Reyes. Tampoco saben si 'La Luz' ganará entre los relatos seleccionados, pero les da igual porque, según Pilar, ya ganaron cuando Clementina volvió a sonreír. «Mi madre viene conmigo y quiero que sea ella la que recoja el premio, que la gente la aplauda, que digan su nombre y sonría me llena de orgullo. El premio es suyo». Ambas tienen los outfits preparados para la ocasión tan especial. «Mi madre se ha comprado ropa. Irá con un traje chaqueta, muy elegante porque es la protagonista de este premio», insiste la salmantina.
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