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Domingo, 10 de enero 2021, 10:25
El sector de la hostelería en Salamanca ha iniciado el año con cierre de negocios, alguno de ellos en la misma Plaza Mayor. El motivo: no poder hacer frente a los alquileres. “Sin turistas, con las reducciones de aforo y de horarios, es imposible sostener los negocios sin que los alquileres se amolden a esta nueva situación”, afirma un conocido hostelero de la Plaza Mayor. “En mi caso, tengo que estar agradecido por la rebaja que he conseguido para todo este año, pero no ocurre en todos los casos y si esto no sucede, habrá más negocios que tengan que cerrar”, añade. Mientras que algunos propietarios han contribuido a rebajar las rentas en torno a 2.000 euros al mes, otros, sin embargo, no solo no propician ninguna reducción a sus inquilinos, “sino que además exigen el incremento pactado por contrato con anterioridad a la crisis. Así no podremos continuar”, dice otro hostelero de la Plaza Mayor.
En esta situación, el planteamiento que exponen es claro: “O nos ayudan para poder pagar o si no, será imposible abonar los precios que había hasta ahora, porque no hay movimiento alguno y se prevé que esto vaya para largo”. Así, algunos hosteleros ya plantean demandas acogiéndose a la cláusula rebus sic stantibus, por la que la aparición de circunstancias sobrevenidas pueden permitir la modificación o extinción del contrato de alquiler sin penalización alguna.
Según la información que ha podido recabar LA GACETA entre algunos de los empresarios de la Plaza Mayor, los precios de los locales del ágora oscilan entre los 30 y 50 euros metro cuadrado al mes, en función del tamaño de los mismos. Todo ello hace que pequeños locales de 50 metros pidan rentas de 2.500 euros, que con las restricciones actuales en la hostelería hacen inviable la supervivencia. “Y más teniendo en cuenta que los meses de enero y febrero son los peores para nuestro sector”, reconocen. Por todo ello, lanzan un SOS para mantener sus negocios abiertos. Las asociaciones de hostelería de todo el país han reivindicado diversas acciones para mantener sus negocios a flote. Una de esas pasa por conseguir ayudas para afrontar el pago de los alquileres. En este sentido, el Consejo de Ministros aprobó el pasado 23 de diciembre una batería de medidas de apoyo a los sectores del turismo, hostelería y comercio valoradas en 4.220 millones de euros, y que se articularán a través de un nuevo real decreto. En el caso de los grandes propietarios (más de diez locales), el futuro real decreto contempla una reducción automática del 50% en las cuotas de los alquileres de los locales ocupados por pymes o autónomos de estos sectores durante el Estado de Alarma, que estará vigente hasta mayo, siempre que no haya habido un acuerdo de condonación o reducción de las rentas. Para los pequeños propietarios se ofrecerán incentivos fiscales, como la deducción en el IRPF de la rebaja en el precio de alquiler que se acuerde. Si perdona el 100% del importe, el propietario se podrá deducir el equivalente a esa cantidad.
Algunos empresarios también están buscando alternativas a sus locales para reubicar su actividad aprovechando precios más asequibles en zonas próximas a la Plaza Mayor.
Una de las zonas que se ha visto más afectadas como consecuencia de la crisis provocada por el coronavirus ha sido la Rúa Mayor. La ausencia de turistas ha puesto en jaque a muchos negocios de esta céntrica vía, en la que conviven negocios de hostelería y comercio. A través de la Asociación Comrúa, ahora plantean hacerse más fuertes a través de la unión de ambos sectores de cara a reivindicar soluciones para la viabilidad de sus negocios. En la Rúa también han desaparecido ya algunos establecimientos de hostelería y el presidente de la asociación, José María García, asegura que “si no hay un compromiso de los propietarios de adecuarse a la situación que vivimos será complicado continuar”. “Este mes es muy complicado porque no se trabaja prácticamente nada y hay que pagar impuestos, seguros sociales, salarios... y sin ayudas es complicado seguir adelante. Nos dicen que pidamos ICOs, pero hay que devolverlos y para qué nos vamos a pedir más dinero a los bancos si no hay visos de solución”, añade José María García. En las próximas semanas está previsto que los empresarios de comercio y hostelería planteen su unión a través de la Asociación Comrúa para pelear por soluciones conjuntas y conseguir la supervivencia de estos negocios. “Hasta el verano vamos a seguir sin turistas y a ver cómo nos mantenemos”, sentencia García.
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