La soledad invade los hogares salmantinos

Deseada o impuesta, la soledad no deja de ganar terreno en la provincia. Una sexta parte de los salmantinos vive sola. Representan ya el 36,12% de la hogares familiares, un porcentaje que tan solo se supera en Zamora, Ávila, Soria y León. Son más de 53.000 de las 327.105 personas. Conforme a los últimos datos del censo continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE), en los últimos tres años, desde que existen este tipo de datos, el número de domicilios familiares en los que tan solo vive una persona se han incrementado un 8,37%. Son 4.100 los salmantinos que desde 2021 ha pasado a vivir sin más compañía que la de las mascotas que puedan tener.

Aunque el aumento de la población que vive sola en España (9,4%) es incluso superior al experimentado en Salamanca, esta es, sin embargo, una de las provincias con los hogares más pequeños, no en superficie, sino en número de miembros. El INE sitúa la media de Salamanca en 2,21 personas por vivienda familiar, una cifra que solo es inferior en Zamora, León y Orense. En el extremo opuesto se encuentran Ceuta y Melilla, con más de tres. Pero el reducido tamaño de los hogares no se debe solo al gran número de personas que viven solas, muchas de ellas mayores, sino también a que la cifra de familias con hijos cada vez es menor. Solo en Zamora, Orense, León y Asturias, hay una menor proporción de hogares de tres o más miembros que en Salamanca, donde representan un 34% de los hogares, en los que reside más de 184.000 salmantinos —más del 56% de la población—. Desde 2021, los domicilios familiares de tres miembros se han reducido un 3,41% y los de cuatro o más, un 6%. Crecen, sin embargo, el número de viviendas para dos, que aumentan (4,9%) pero en menor medida que las casas para uno.

Desapercibido pasa casi en la estadística del INE actualizada a 1 de enero de 2024 el aumento de personas que no viven en hogares familiares. Casi en la misma proporción de aumento que los hogares unipersonales, crece el número de salmantinos que no reside en una vivienda familiar, concretamente un 8,66%. Hoy son 3.176 personas frente a las 2.923 que se contabilizaron tres años antes. Dos de cada tres de estos salmantinos (67%) tienen más de 65 años. Se trataría principalmente de mayores que viven en residencias.

Envejecimiento demográfico

Nuevamente ha sido la llegada de extranjeros la que ha salvado a Salamanca de perder de nuevo población. Suma habitantes, aunque solo dieciséis. El 1 de enero de 2023 residían en la provincia 327.089 y un año después, 327.105. Si bien el incremento es irrisorio, frente a las 804 personas que ganó Salamanca el ejercicio anterior, lo realmente destacable es que es el segundo año consecutivo en que no se pierde población. En los doce años anteriores, no hubo tregua. Entre 2010 y 2022 cada año comenzó con un censo menor que el anterior. De hecho, en la última década Salamanca ha perdido más de 17.000 habitantes (4,94%) y desde que comenzó el siglo, el censo se ha reducido en casi un 6%, en 20.646 personas.

Si bien la inmigración está frenando la «sangría» demográfica, no logra detener el progresivo envejecimiento de la población salmantina. Según los datos del INE, en el último año la provincia sumó 1.859 mayores de 60 años, un incremento de un 1,6% en este grupo etario. Frente a este crecimiento, en las franjas de edad de menor edad, la población se redujo en 1.843 personas, un 0,8%. Tal y como los expertos vienen avisando desde hace años, ya está aquí la jubilación de los nacidos durante el «baby boom» y el porcentaje de personas que superan los sesenta años ha empezado a aumentar con más rapidez. De acuerdo a la estadística continúa de población que se publica cada cuatrimestre, uno de cada tres salmantinos, concretamente el 35%, ha superado ya los 59 años. Y otro 15% de los salmantinos pasará a formar parte de ese grupo etario en la próxima década. Frente a ello, la cifra de menores de 15 años que residen en Salamanca no deja de reducirse.

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