Sangría poblacional: Salamanca no llega a los 330.000 habitantes, menos que hace un siglo

Salamanca ha bajado por primera vez de los 330.000 habitantes en mucho tiempo. Así lo ha certificado el Instituto Nacional de Estadística con los datos del padrón continuo a 1 de enero de 2019. La provincia se ha situado en 329.866 empadronados, la cifra más baja desde que hay registros oficiales en el último siglo. Para encontrar una cifra similar hay que remontarse a la década de los años 20.

El único aspecto positivo de la evolución de la población en Salamanca hay que buscarlo en que la pérdida de población se ha frenado en comparación con años anteriores. En 2018 la provincia perdió 1.607 habitantes, cuando el ritmo en ejercicios anteriores desde 2009 se situaba por encima de los 2.000 e incluso hubo años en los que rozó los 4.000.

El descenso, por lo tanto, ha sido inferior al habitual de la última década, un hecho que, sin embargo, no minimiza el grave problema que arrastra Salamanca desde hace tiempo. La provincia alcanzó en 2009 el máximo de población en la época más reciente al superar las 354.000 personas.

El problema de la despoblación comenzó en Salamanca en los años 60. Por entonces, la provincia superaba los 400.000 habitantes. El desarrollo económico de principios del siglo XXI permitió recuperar parte de la población, pero a raíz de la crisis los descensos han regresado.

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