La 'sangría' de autónomos se ceba con el comercio salmantino

Lejos de recuperarse, una vez superada la pandemia el «censo» de autónomos continúa cayendo en Salamanca. Por cada 25 que había en 2019, uno se ha dado de baja en los últimos cuatro años. Aunque se intensificó con la irrupción del coronavirus, lo cierto es que la «sangría» de trabajadores por cuenta propia había comenzado mucho antes. En la última década el descenso ha sido de casi un 7%, lo que supone la pérdida de casi 2.000 afiliados en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Y si se compara con 2009, justo después del inicio de la anterior crisis económica, el descenso supera el 10%. Estos datos apuntan a que, al margen de los problemas económicos de cada momento, existe un problema coyuntural que está llevando a estos emprendedores a la «extinción».

Si bien es cierto que la pérdida de autónomos está afectando a la mayor parte de los sectores económicos, el sector más afectado es, sin ninguna duda, el comercio. Casi dos de cada tres autónomos que ha perdido la provincia en la última década, concretamente 1.130, desarrollaban su actividad en ese sector. Y más de la mitad de ellos se han dado de baja tras el inicio de la crisis sanitaria mundial que generó la covid. En el último año, el problema se ha intensificado. Según los datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social, este agosto había 192 autónomos menos en el sector comercial que doce meses antes, lo que supone un descenso del 3,30%. Sería el segundo mayor descenso interanual de la última década, solo superado por 2020, cuando el confinamiento y las restricciones provocadas por la pandemia obligaron a muchos negocios del sector a cerrar.

Proporcionalmente la merma de autonómos ha sido mucho mayor en otro sector clave en la economía salmantina. Uno de cada cinco trabajadores por cuenta propia a dedicado a la hostelería se ha dado de baja en la última década. De los 3.306 que tenía registrados el Instituto Nacional de la Seguridad Social en 2013, han desaparecido 684. La pandemia aceleró el cierre de negocios y desde 2019 uno de cada diez autónomos que apostaron por abrir un bar o restaurante han renunciado a su proyecto.

Los trabajadores por cuenta ajena también se han reducido en el sector primario, el segundo en el que había más autónomos dados de alta en la provincia de Salamanca. En el ámbito de la agricultura, la ganadería y la pesca, hoy son 5.038, un 9,6% menos que hace una década. También en la construcción, la industria y el transporte se han producido importantes descensos en el número de autónomos.

«Venimos de años muy duros. Con la covid los negocios sufrieron muchísimo. Después, la crisis de Ucrania que ha supuesto una subida de precios de materias primas que, en muchos casos, han asumido los propios autónomos reduciendo sus beneficios. A ello le sumamos ahora la inestabilidad política», remarca la presidenta de Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) en Castilla y León, Leticia Mingueza, quien reclama a las administraciones públicas la adopción de medidas que, de una vez, ayuden a poner frío a esta «sangría».

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