Sánchez pasa del Puerto Seco y se vuelca con Valladolid

La apuesta del actual Gobierno de España por impulsar Salamanca como enclave logístico estratégico en el Corredor Atlántico vuelve a quedar en entredicho. Después de tumbar la enmienda del PP a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que pedía consignar una partida de 3,8 millones de euros para apoyar la construcción del Puerto Seco de la capital del Tormes, el Ministerio de Transportes ha destinado ahora una cantidad diecinueve veces superior para construir una terminal de mercancías en la cercana Valladolid. El departamento de Raquel Sánchez anunció el jueves la licitación de las obras de este nuevo complejo ferroviario por 71,8 millones de euros.

«Toda inversión que contribuya al desarrollo de cualquier territorio es siempre una buena noticia. Lo que resulta sangrante es que en el reparto a los salmantinos solo nos toquen los recortes. Seguimos esperando que el Gobierno de Sánchez nos apoye en la construcción de la plataforma intermodal, en la urbanización de suelo industrial y en el impulso de la red de infraestructuras que estamos ejecutando para convertir a Salamanca en un polo tecnológico», aseguró el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, en declaraciones a este periódico tras conocer el anuncio de la licitación de esta nueva terminal ferroviaria en la ciudad del Pisuerga que formará parte de la red de nodos intermodales estratégicos.

La plataforma logística de Salamanca está incluida en la Red Transeuropea de Transportes (Red TEN-T) y forma parte del «Corredor Atlántico» como un nodo logístico de la red global. Por ello, el Puerto Seco, como infraestructura de intercambio de mercancías del tren a la carretera, resulta clave para el crecimiento económico de la provincia y la Región. En la Estrategia Logística de España de 2013, el entonces Ministerio de Fomento —ahora de Transportes— comprometía que el desarrollo de los nodos logísticos recaía en el conjunto de las administraciones, tanto del Estado como de las autonómicas y locales. Pese a que el Puerto Seco de Salamanca se considera desde 2016 «prioritario» para la Macrorregión RESOE —que incluye Castilla y León, Asturias, Galicia y las regiones Norte y Centro de Portugal—, en su financiación tan solo participan el Ayuntamiento Salamanca y la Junta de Castilla y León, pero no el Estado.

A través de la sociedad mercantil Zaldesa, el Ayuntamiento de Salamanca licitó, adjudicó y ha iniciado las obras de la terminal ferroviaria en el la zona de Peña Alta con un presupuesto de 15 millones de euros —IVA incluido—. Por su parte, el Gobierno autonómico ha concedido a la administración local una subvención directa de más de nueve millones para asumir más de la mitad del coste del proyecto. Con el objetivo de que el Estado también se implicase en esta infraestructura, los parlamentarios populares plantearon a finales de 2022 una enmienda a los PGE para que Transportes aportase a estas obras tres millones este año y 800.000 euros en 2024.

En la propuesta se subrayaba ya que el Gobierno estaba financiando ya las obras de la «playa» de mercancías del complejo ferroviario de Valladolid, promovidas por el propio Ministerio de Transportes, con una inversión estimada de casi 28,5 millones euros. Aún así, esta petición, al igual que otra en la que se reclamaba un millón de euros estatales para colaborar en la financiación de las obras de urbanización del suelo logístico-industrial de Peña Alta, fue rechazada —los parlamentarios socialistas de Salamanca no la apoyaron—. Después de dejar a la plataforma intermodal de Salamanca sin un euro en las cuentas estatales de 2023, el departamento de Raquel Sánchez dispone casi otros 72 millones de euros —parte de ellos fondos europeos del Plan de Recuperación— para continuar impulsando el nodo ferroviario de Valladolid. «Da igual lo que solicitemos, para los salmantinos la respuesta de Sánchez siempre es no», resume García Carbayo.

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