El joven salmantino y novicio carmelita Pablo Alonso.

El salmantino con Sarcoma de Erwing que ha ingresado «in articulo mortis» en el noviciado carmelita

El joven salmantino Pablo Alonso Hidalgo ha ingresado en el noviciado carmelita este pasado fin de semana «in articulo mortis» a sus 21 años

Clara Delgado

Salamanca

Martes, 27 de junio 2023, 14:22

«Nunca es pronto para encontrarse con Dios, que es una de las mayores cosas que podemos hacer en nuestra vida», afirma el salmantino de 21 años Pablo Alonso. Este joven, que padece la enfermedad del Sarcoma de Ewing, ha ingresado en el noviciado ... carmelita 'in articulo mortis' con una celebración de la profesión de sus votos, que tuvo lugar el pasado domingo en la Iglesia del Carmen de Abajo.

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Con 16 años, Pablo empezó con esta enfermedad, «un cáncer que he ido arrastrando», afirma el joven. Y, en estos casi seis años, «sentí la llamada de Dios a la vida consagrada y me ha concedido este milagro porque, según los médicos, mi enfermedad ya no se considera curable y va más rápido de lo que pensaba».

Desde el pasado 21 de junio, este salmantino ha entrado a formar parte de la comunidad de Carmelitas como novicio, con el nombre religioso de Pablo María de la Cruz. Lo hizo en el Hospital Clínico de Salamanca, en la habitación 615, donde estaba ingresado. Allí, el prior provincial, Salvador Villota, presidió el rito del ingreso en el noviciado carmelita de El Carmen de Abajo, en una ceremonia en la que estuvieron presentes sus padres, el maestro de novicios, Alejandro López-Lapuente, y su director espiritual, Desiderio García Martínez.

El día 25 de junio, en vísperas de su profesión solemne, jóvenes amigos de distintos grupos eclesiales se dieron cita para cantarle y celebrar su decisión; un momento que le pilló por sorpresa. Pablo salió al balcón junto a sus hermanos mientras los jóvenes le pidieron que les diera su bendición desde el balcón de su casa.

Este mismo día, la Iglesia del Carmen de Abajo realizó su profesión religiosa en la que, públicamente, hizo sus votos de pobreza, obediencia y castidad. Durante esta celebración, le acompañaron sus familiares, amigos y una marea de fieles de la comunidad diocesana, que abarrotaron el templo.

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Este joven salmantino reconoce que los médicos le han dado unos cuantos meses de vida y «quería comunicar lo increíblemente bonita que es la muerte en Cristo, que es algo que no da miedo, que es alucinante y que es un tabú que yo creo que hay que romper», asegura. A pesar de que le queden estos meses, Pablo afirma que «me parece hasta mucho tiempo por las ganas que tengo de poder encontrarme con el Padre».

Además de esto, Pablo quiere animar a todos los jóvenes a «que no nieguen a Dios de primeras y a que, si realmente tienen una inquietud, que realmente la busquen. Quien busca encuentra».

Pablo también se siente agradecido con Dios por el tiempo que le está concediendo: «Me siento muy sostenido en la oración por cómo lo está llevando mi familia y la energía que puedo tener yo con todo esto. Realmente, como ya he dicho muchas veces, yo me he encontrado con Dios en el sufrimiento, en la enfermedad, y gracias a la muerte en esta enfermedad, me voy con él, y esto es algo que me hace inmensamente feliz».

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