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Actuar en Televisión Española, conocer a Rocío Dúrcal en un programa musical o arbitrar a Butragueño, Camacho, Arteche o Santillana en Primera División son algunas de las experiencias más bonitas de la vida del salmantino Severiano Pérez Sánchez, las cuales «nunca olvidará».
En 1955 y con tan solo 16 años formó parte del grupo musical 'Trío Los Guajiros' cuando trabajaba en el banco Banesto en la ciudad. Estaba formado por tres vocalistas y tres guitarras—Ángel Martín, José Luis Rodríguez y Severiano—, y los boleros, rancheras y pasodobles que cantaban les permitió alzar el trofeo en el programa musical de TVE 'Primer Aplauso'dirigido por José Luis Uribarri.
«Por aquel entonces en la sucursal bancaria donde trabajaba había un chico que tocaba la guitarra y cuando lo dejó empecé yo a formar parte del trío. Éramos muy similares a 'Los Panchos', sonábamos muy bien éramos tres solistas y a veces acompañábamos con otros instrumentos como las maracas. Llenábamos el Hotel Monterrey, el Casino, el cine Gran Vía, el Teatro Bretón y la plaza de toros 'La Glorieta', entre otros», recuerda emocionado Severiano Pérez, que añade que en 'La Glorieta' les presentó el periodista y locutor de radio, Bobby Deglané, y en otra ocasión el periodista radiofónico y salmantino José Ignacio Plaza.
En una de las actuaciones en el cine Gran Vía, Severiano fue a hablar con el dueño para llegar a un acuerdo con las entradas. «Le dije que íbamos a cantar y le propuse ir a medias con lo recaudado de las entradas, me dijo que no porque se pensaba que apenas íbamos a vender, pero finalmente colgamos el 'aforo completo' y después se arrepintió», sonríe.
Su salto a la fama a nivel local les animó a presentarse al programa de canto 'Primer Aplauso' de Televisión Española sin esperar que iban a llegar a la final: «Un día me llamó el presentador, Uribarri, para comunicarme que teníamos que ir a Madrid porque habíamos quedado finalistas. Y ahí vino el problema ya que uno de mis compañeros se había marchado a África a hacer la mili. Por eso, para poder actuar llamé a un amigo — Domingo Gómez— que cantaba en otro trío y se presentó con nosotros. Se vino a Salamanca y ensayamos en el tren hacia Madrid. Al día siguiente actuamos en directo y quedamos campeones de grupos», expresa el salmantino, que recuerda que Rocío Dúrcal quedó la cuarta: «Era muy joven, tendría 15 años».
Al mismo tiempo que fue cantante, Severiano era jugador de fútbol. Jugó en el Salmantino, en el Peñaranda o en el Ciudad Rodrigo, entre otros. Asimismo, formó un equipo con jugadores veteranos entre los años 68-71 llamado «El Matusalén». «Lo llamé así porque todos los integrantes éramos ya muy mayores, tanto que asustábamos un poco a la juventud», ríe. Por si fuera poco, años más tarde, el colegio de árbitros se puso en contacto con él y le brindó la oportunidad de arbitrar: «Todo comenzó como una experiencia y al final estuve hasta los 47 años, desde los 32, y llegué a Primera División. Arbitré al Madrid, al Barcelona, al Sevilla; y a jugadores como Butrageño, Camacho, Santamaría, Víctor Muñoz, Santillana, Arteche o Míchel, entre muchas otras estrellas».
La etapa como árbitro la compaginaba con su trabajo en el sector financiero, en el que pasó de ser botones a director de hasta cuatro sucursales bancarias en Salamanca. «En la calle Zamora, en la plaza del barrio Vidal y en Federico Anaya», recuerda Severiano. Trabajó en el Banco Español de Crédito (Banesto) cuando Mario Conde era presidente. «Arbitraba los domingos y después volvía a Salamanca porque el lunes trabajaba en el banco, y cuando había partidos de Copa, por ejemplo, cogía días de mis vacaciones para poder arbitrar. En ocasiones estaba muy cansado, pero fue una de las épocas más bonitas de mi vida», expresa el salmantino.
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