La salmantina becada por Amancio Ortega: «Quiero probar cosas que no haya en España»

Buenas notas, perseverancia y las ganas de vivir una aventura en otro país fueron los tres elementos que impulsaron a la salmantina Alba Amor García, estudiante del Colegio Siervas de San José de 16 años, a postularse a la beca Amancio Ortega.

Año tras año, la Fundación Amancio Ortega premia la excelencia académica de los jóvenes españoles concediendo un número limitado de becas para cursar un año de estudios en Estados Unidos o Canadá con todos los gastos pago. En esta ocasión, se repartieron 450 de estas preciadas becas por todo el territorio nacional.

Los aspirante debían demostrar un buen expediente académico, pasar la prueba de inglés que realiza la Fundación para elegir a los preseleccionados y someterse a una entrevista personal.

Un proceso de selección tras el que Alba fue elegida para cursar el primer año de bachillerato en Ohio, Estados Unidos. Solo ella y otras dos niñas salmantinas resultaron elegidas para esta beca.

«Es un sueño. Desde pequeñita yo tenía claro que quería irme a estudiar a otro país. Especialmente a Estados Unidos porque tiene muchas cosas que me gustan. Estoy muy contenta, muy nerviosa y con muchas ganas porque siempre ha sido mi sueño. No me creo que, por fin, se vaya a hacer realidad. Encima el instituto que me seleccionó tiene un equipo de baile súper profesional y a mí me encanta bailar», relata llena de emoción Alba, que confiesa estar ansiosa por descubrir todo lo que el país americano le deparará.

«Lo que más me gustaría sería entrar en el equipo de animadoras del instituto. Las pruebas son ahora en mayo, pero hablé con la que va a ser mi mamá de acogida y ella está intentando que me dejen hacer las pruebas online o cuando llegue. Si me cogieran sería una pasada porque lo que más quiero es probar cosas que cuando vuelva a España no voy a poder hacer. Cuando piensas en Estados Unidos una de las primeras cosas que te viene a la mente son las animadoras. Estaría súper guay poder ser parte del equipo porque combina dos cosas que a mí me gustan mucho, que son el baile y las acrobacias», cuenta la joven.

«Para ella es como ir a vivir todas esas cosas que se ven en las películas. Con el típico instituto americano con las cheerleader y todo eso. Desde que se enteró está súper emocionada. Cuando salieron las listas estábamos de vacaciones en Roma y cuando vio que no salía en la primera lista se puso súper nerviosa, pero le dijimos: sigue bajando que hay más. Y ahí estaba su nombre. Gritamos, lloramos, nos abrazamos... Yo en principio lloré de felicidad y luego un poquito de incertidumbre porque como madre es difícil saber que se irá todo un año a otro país, pero sé que es una gran oportunidad», relata Arantxa García, madre de Alba

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