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Cambiar el uso prioritario del solar del antiguo Mercasalamanca para que se puedan construir viviendas unifamiliares e instalaciones de uso terciario —como puede ser el hotelero, comercial o de oficinas— puede ser la solución para este terreno, sin utilidad desde hace 14 años cuando la actividad de los mayoristas se trasladó de Calzada de Medina hasta su actual ubicación en la Zona de Actividades Logísticas.
En el planeamiento urbanístico de este suelo prima el uso residencial en bloque y con locales en los bajos, una solución que ya no es atractiva para el mercado. Ni los edificios de viviendas son los más demandados en el ámbito inmobiliario, sobre todo después de la pandemia cuando se ha incrementado la venta de casas unifamiliares, ni los bajos de edificios gustan a las empresas, ya que las firmas comerciales se inclinan más por grandes espacios tipo nave que pueden compartimentar mejor.
Por eso, tanto el Ayuntamiento de Salamanca como la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), abanderan un cambio en la actual ordenación urbanística. Ambas entidades son las propietarias mayoritarias del suelo al sumar el 84,73% el total y los principales interesados en dar salida a la parcela, que antes del traslado de los industriales se puso en venta por 40 millones de euros. La irrupción de la crisis financiera y de la construcción un año antes del cambio de las instalaciones llevó al traste al proyecto y convirtió el antiguo centro mayorista en un polígono fantasma.
En este momento la Junta de Compensación del sector, integrada también por Adif y por pequeños propietarios, ha encargado un estudio para definir los usos que permitan desarrollar el suelo, terrenos que se encuentran en pleno casco urbano y que también son atractivos para que el Ayuntamiento de Salamanca ejecute futuros proyectos.
Los 61.091 metros cuadrados de la parcela fueron «víctima» primero de la crisis del ladrillo, después de las crisis de la pandemia de la covid por último, la inflacionista del año pasado. Una década y media en la que la sociedad se ha transformado de una forma profunda, modificando sus gustos y convirtiendo a los bloques de viviendas previstos en esta zona en un callejón sin salida.
Con los más de 40 millones de euros previstos con la posible venta, el Ayuntamiento de Salamanca tenía previsto financiar parte del traslado de Mercasalamanca a la zona de La Salud, del mismo modo que CHL confió en encontrar fondos para cubrir los gastos de su mudanza.
Es más, inicialmente la operación de venta fue condición para iniciar las nuevas instalaciones de los mayoristas de la provincia, que ante el bloqueo de los terrenos finalmente se tuvo que asumir con fondos propios. En aquel momento había prisa por desplazar la actividad fuera de la ciudad por las molestias que generaba en pleno casco urbano con una zona residencial tan cerca, resultado del crecimiento de esta parte de la ciudad, que pasó de ser las afueras cuando se inauguraron las instalaciones en 1971, a estar rodeada de pisos y viviendas unifamiliares.
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