Secciones
Destacamos
La sanidad salmantina ha movido ficha en las últimas semanas con el fin de anticiparse y evitar el ‘robo’ de recién titulados en Enfermería que se viene produciendo de forma recurrente desde hace tiempo, pero que fue especialmente doloroso el pasado año.
En junio de 2022, representantes de la sanidad del País Vasco (Osakidetza) se desplazaron hasta Salamanca -una de las principales canteras enfermeras en la mitad norte del país- para reunirse con las estudiantes de último año del grado de Enfermería. El objetivo era ‘vender’ las bondades del servicio de salud vasco para que se incorporaran ese mismo verano. Los vascos ofrecieron unos atractivos precontratos y consiguieron llevarse a la mitad de los nuevos titulados, en lo que fue calificado como “una OPA hostil” contra Castilla y León.
En aquel momento se le afeó a Sacyl que no tuviera más cintura para reaccionar, o que tardara en abrir su bolsa de empleo entre uno o dos meses más que otras comunidades.
Esta vez Salamanca ha querido anticiparse al País Vasco, por lo que las directoras de Enfermería del Hospital -Verónica Sánchez- y Atención Primaria -Mar González- se han reunido con las alumnas y alumnos de último año, tanto de la Universidad de Salamanca como de la Pontificia de Salamanca.
“Nuestro objetivo es que puedan elegir con toda la información posible. Que sepan las opciones que les damos y las conozcan de primera mano, en lugar de tener que decidir por lo que oyen o les cuentan”, explica la máxima responsable de Enfermería del Hospital de Salamanca, Verónica Sánchez.
Las dos directoras han detallado a las futuras enfermeras el poder de contrataciones que tiene actualmente la sanidad salmantina, así como “cuáles serían sus responsabilidades y competencias en el caso de incorporarse con un contrato laboral, que no es lo mismo que hacer prácticas”, puntualizan.
Precisamente la realización de prácticas durante los años del grado universitario podría estar jugando en contra de los intereses de Salamanca, o al menos así lo ven algunas de las principales representantes de la Enfermería salmantina.
La presidenta del sindicato SATSE en Salamanca, Laura García, apunta que “las ratios del número de pacientes que atiende una enfermera en el Hospital de Salamanca son malas. Eso es innegable y al haber sido estudiantes en prácticas dentro de Hospital las conocen bien”. “Es difícil la conciliación familiar, la personal... Lo perciben durante esas prácticas y no se puede decir que les pille por sorpresa”. Desde SATSE consideran que también actúan elementos que no se pueden controlar, como el hecho de que “algunos recién titulados no son salmantinos y prefieren regresar a su tierra o, simplemente, al no tener arraigo con la ciudad les da un poco igual donde trabajar, si encuentran unas condiciones más favorables”.
La presidenta del Colegio de Enfermería de Salamanca, María José García Romo, se expresa en una línea similar. El Colegio Oficial ha venido elaborado un estudio -que presentará en mayo- sobre la situación de la Enfermería salmantina y apunta que “es un estudio duro y con conclusiones duras”. “Lo que está claro es que los profesionales que apuesten por quedarse aquí lo hacen con conocimiento porque en los cuatro años de carrera han conocido cómo es la formación”, indica, y añade: “En el País Vasco se ha formado una especie de colonia de salmantinos. Hace años se marchó una promoción importante y ya tienen sus pisos alquilados a los que va llegando la gente nueva. Los alumnos que terminan en Salamanca y se marchan al País Vasco saben bien lo que dejan atrás, porque han estado cuatro años haciendo prácticas en el Hospital, pero no saben con exactitud qué es lo que se van a encontrar allí”.
En este sentido hay profesionales que no han visto satisfechas sus expectativas cuando han llegado al País Vasco. Así lo confirma la directora de Enfermería del Hospital, Verónica Sánchez, que destaca la importancia de “aportar toda la información posible a los nuevos titulados porque en septiembre del pasado año hubo mucha gente que regresó del País Vasco al entender que las expectativas que se habían construido no eran reales”.
Los nuevos titulados terminarán en junio y a partir de ese momento -salvo que opten por hacer alguna de las especialidades de Enfermería- ya podrán trabajar dentro de la sanidad pública. Los sindicatos confían en que la anticipación por parte de las directoras de Enfermería surta efecto y consigan retener a buena parte de la última hornada. “La verdad es que lo están intentando. Se están esforzando porque ellas quieren exactamente lo mismo que deseamos las demás: contar con más personal. Si es por necesidad, podríamos asumir a toda la promoción entera, aunque luego dependerá también de Valladolid”, concluye Laura García.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Javier Hernández. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.